Alfredo Ramos: Semana hampa vs Semana Santa

Cumaná, 21 de abril de 2014.- El día de ayer culminó la Semana Santa. Una temporada para la conmemoración anual cristiana de la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. Por ello, siempre es un período de intensa actividad litúrgica. Igualmente, una temporada de intensa actividad turística, en la cual gran parte de los venezolanos busca destinos de playa para compartir con familiares y amigos, momentos de descanso y diversión.

Nuestro Estado Sucre reúne un importante potencial turístico en sus hermosas y paradisíacas playas, siendo uno de los destinos buscados por los temporadistas para esta Semana Mayor. De hecho, en carnavales tuvimos una afluencia de 600 mil visitantes aproximadamente y para Semana Santa, se estima por lo menos, que tuvimos unos 750 mil temporadistas visitando nuestras costas.

Ahora bien, lamentablemente estas cifras no lo son todo, y cabe preguntarse ¿Pudieron esas 750 mil personas que nos visitaron, disfrutar tranquilamente del asueto de Semana Santa? ¿Tuvieron descanso, diversión, seguridad y tranquilidad?

Tristemente la respuesta es No. Y la razón fundamental radica en que el potencial turístico que tiene nuestro Estado no ha sabido ser aprovechado por ninguno de los gobernantes que ha tenido, encontrándose en una situación precaria, de completo atraso, con pésima vialidad, carente de servicios públicos de calidad, de instalaciones turísticas, de hospedajes, restaurantes, lugares de esparcimiento público, familiar, etc. estando totalmente desatendido por la mayoría de los gobernantes Municipales y por el Ejecutivo Regional, habiendo sido olvidado por el Gobierno Nacional, y lo que es peor de todo: Encontrándose en una terrible situación de inseguridad que no nos permite vivir tranquilos a los sucrenses.

Esta realidad se traduce en una situación que, sin duda alguna, perturbó a la gran mayoría de los visitantes de nuestro Estado en la Semana Santa que acaba de concluir, al punto de hacerlos no querer regresar a las costas sucrenses. Y lo digo con pleno conocimiento de causa, ya que no son testimonios tomados de algún artículo de prensa o de una página web, se trata de hechos que presencié con mis propios ojos, en un recorrido realizado por nuestras playas durante esta temporada.

En este sentido, es preocupante haber visto como a personas que nos visitaban desde el Estado Zulia, Bolívar, Monagas, del Distrito Capital, o de muchos otros Estados del país, se les transformó un viaje de descanso y diversión en toda una pesadilla y en una mala experiencia, al ser víctimas de la inseguridad que reina en nuestro Estado, habiendo sido despojados de sus pertenencias personales durante lo que parecía un normal día de playa.

El Jueves Santo pude ver como se lamentaba una familia en Playa Tunantal luego de que su camioneta fuera abierta con un control universal por antisociales y les quitaran el reproductor y demás pertenencias personales que llevaban, quedando únicamente con la ropa que traían puesta, sin dinero, tarjetas, comida ni equipaje. La misma historia la pude observar el Viernes Santo, cuando no fue una camioneta sino dos, las que abrieron con el mismo modus operandi, despojando a los propietarios de todos sus bienes mientras se daban un baño en la playa a plena luz del día, llevándose el equipaje y hasta el tablero completo de uno de los automóviles. Horas más tarde, en Playa Tocuchare, dos vehículos fueron hurtados mientras la familia disfrutaba lo que en teoría parecía un día tranquilo de sol y mar.

Esto es sólo una pequeña muestra de la inseguridad vivida durante la semana mayor en el Estado Sucre, sin incluir los datos de las maquilladas cifras oficiales. Hechos estos que son alarmantes e inaceptables en cualquier parte del país, mucho más en un estado que debería ser cuna turística del oriente venezolano, pero que lamentablemente se ha transformado en cuna de la inseguridad, en un estado en el que la extensión de la violencia ha desbordado un clima generalizado de criminalidad que afecta día a día la vida de los sucrenses, así como también, afectó la estadía de los temporadistas que nos visitaban de diferentes lugares del país, auyentándolos para no querer regresar.

Es lamentable ver el nivel al que ha llegado la inseguridad en el Estado Sucre y no se tomen cartas en el asunto. Ya no se respeta ni la semana santa y los sucrenses no podemos ir tranquilos ni a las playas. ¿Qué quedará para aquellos que nos visitaban desde otros lugares y fueron víctimas del hampa? ¿Volverán a pensar en vacacionar en nuestras costas? Lo dudo mucho.

Muchos se atreven a decir que el Estado Sucre ha tenido mala suerte con sus gobernantes, pero cualquiera que viva nuestra realidad sabe que se trata de un problema que va más allá de un tema de buena o mala suerte. Se trata de un tema de mala gestión, de falta de trabajo, de organización, de dedicación, de esfuerzo, de disciplina, de metas claras y de resultados palpables para la población, por parte de los funcionarios que han ejercido y ejercen la mayoría de los Gobiernos Municipales, el Gobierno Regional y Nacional, sin duda alguna, ha sido y sigue siendo un tema de: Mala Gerencia Pública.

Es necesario de una vez por todas, que los sucrenses exijamos a las autoridades gubernamentales, que pongan en práctica y con carácter de urgencia, políticas concretas, reales, eficaces y eficientes contra la criminalidad reinante. Ya basta de robos, hurtos, secuestros, asesinatos, extorsiones etc. que agobian a los sucrenses y alejan cada vez más a los turistas.

Además, es imprescindible que contemos con gobernantes preparados y preocupados, con gente joven, trabajadora, con ética, que les duela nuestro Sucre, con servidores públicos que sepan aprovechar el potencial turístico que tiene este hermoso pero tan maltratado Estado, en pro de todos sus habitantes, transformándolo en un destino vacacional por excelencia, que atraiga a un sin número de temporadistas nacionales e internacionales, haciendo del turismo la principal fuente de ingresos estadal y se convierta en lo que merece ser: Un Estado turísticamente fuerte, con desarrollo económico, seguridad, empleos de calidad y progreso para todos los sucrenses por igual.

Debemos trabajar duro por hacer esto posible, y que en un futuro no muy lejano, nuestras familias y nuestros hijos no tengan que padecer de una Semana Hampa como la que acabamos de vivir, sino que por el contrario, puedan disfrutar de una real y verdadera: Semana Santa, así como de carnavales, navidades y vacaciones seguras, en un estado con un fuerte desarrollo turístico, con diversas y variadas opciones de hospedaje, gastronomía y esparcimiento. Un estado con crecimiento económico, progreso social y sobretodo: una tierra con seguridad para todos, tranquilidad y paz.

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