Caracas, 17 de abril de 2014.- Hoy se conmemora la pasión de nuestro señor Jesús cuando iba con la cruz en los hombros camino al Calvario rodeado de soldados romanos que le propinaban latigazos, golpes y mucho dolor, bajo la mirada incrédula de miles de personas que veían cómo el hijo de Dios era sometido por el poder.

En Venezuela hoy vivimos una situación parecida de sometimiento por parte del poder a nuestro pueblo, la cruz que hoy en día cargamos es la de la inseguridad, el desempleo, la escasez, la violencia, la inflación, la falta de viviendas entre miles, que hacen que nuestro pueblo cada día quiebre su marcha por no poder soportar tanta desidia de este gobierno. Sin duda alguna urge en nuestro país un cambio, nuestro pueblo ya no soporta un latigazo más de Maduro y su combo, la paciencia y la tolerancia de nuestra gente está llegando a un límite, y si quienes gobiernan no rectifican a tiempo y de manera rápida, es cuestión de días para que nuestro país desemboque en situaciones que ninguno de nosotros desea que pueden traer consecuencias irreparables y mucho dolor.

Cuando Jesús dio sus últimas palabras y su último aliento en la cruz se desató una lluvia incesante y unos temblores muy fuertes en aquella ciudad, la ira de Dios ante la muerte injusta de su hijo se hizo sentir, ojalá este gobierno no espere que la paciencia de nuestro pueblo muera por su terquedad y esto desate la ira de nuestro pueblo, la injusticia en contra de los hijos de Dios se paga muy caro, reflexiona Nicolás aún estás a tiempo de darle una salida en paz a Venezuela y evitarnos transitar por el dolor de las familias de tantos venezolanos que hoy en día sufren y padecen tus errores.