Caracas, 19 de enero de 2014.- La memoria y cuenta presentada el pasado miércoles por Nicolás Maduro fue a la vez desilusionante y muy preocupante. Durante su larga exposición en cadena nacional, de más de 5 horas, no se refirió a los graves problemas que enfrenta el país, sino que nos pintó una patria florida, donde todos somos felices.

Ya consiguió a quién culpar por la inseguridad: las telenovelas, y no es de extrañar que quede a gusto de Delcy Rodríguez cuáles se pueden transmitir y cuáles no.

Un aparato cada vez más burocrático, con cientos de nuevos viceministerios y el enroque de ministros, sin caras nuevas, nos da poca confianza sobre la capacidad del Gobierno para entender y manejar la enorme crisis que se avecina.
El problema principal de la economía de Venezuela es que no producimos NADA, todo lo compramos afuera y si el Gobierno devalúa, los precios se multiplican.

Maduro dijo que el dólar se mantiene a 6,30, pero lo que no dijo es que eso será solo para muy pocas cosas: todo lo demás se comprará a Bs 11 por dólar. 

En pocas palabras, Maduro volvió a devaluar de 6 a 11 bolívares por dólar. Tú pagaras la diferencia y le darás al Gobierno más plata de tu bolsillo. 

Las gráficas del nefasto profesor Giordani no explican por qué no nos alcanzan los reales del sueldo para comprar la comida ni tampoco explican por qué tenemos la inflación más alta del mundo y qué va a hacer el Gobierno para bajarle la fiebre a este terrible mal.

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EN HONOR A MÓNICA SPEAR

Decenas de personas son asesinadas diariamente y en muy pocos casos el Gobierna muestra a diligencia y celeridad que ha aplicado para reconstruir el caso de Mónica Spear y su esposo, logrando la pronta detención de los presuntos delincuentes.

¿Hay unos venezolanos más importantes que otros entonces? Si asesinan a alguien en un barrio ¿el muerto no tiene derecho a que se investigue quién lo hizo y que se haga justicia?

En honor a lo que sufre Venezuela por Mónica y por miles de otros, Primero Justicia propone un plan de paz y la duplicación de las fiscalías, policías y tribunales con competencia en materia penal, como primer paso para atacar el grave flagelo de la delincuencia.

El Gobierno debe llamarnos a todos a formar parte de la solución. Nosotros estamos dispuestos y tenemos ideas y propuestas; lo más importante es despartidizar, fortalecer y hacer eficiente a la justicia, allí está el nudo de todo. Sin justicia fuerte no hay paz sino violencia e impunidad.

El Gobierno maneja las policías, el dinero, las cárceles, los tribunales, la fiscalía y las leyes, entre otros. Por lo tanto tiene la mayor parte de la responsabilidad.