Armando Briquet: Gobierno de ruidos y propaganda


Caracas, 19 de enero de 2014.- Aunque 2014 no es un año electoral, el gobierno lo asume como tal. Siempre superponen la popularidad al buen gobierno, siempre colocan cualquier frase en un tweet (porque ya ni el trabajo de declarar o dar entrevistas se toman) y hacen creer a la opinión pública que están tomando acciones, cuando los hechos demuestran lo contrario.

Sin cambio

Tómese la tarea de revisar las noticias de sucesos del país y nada ha cambiado del 06 de enero a la fecha, más allá de las convocatorias a los artistas por la paz y la vida, la reunión con gobernadores y alcaldes (sin presencia del Ministerio Público, por cierto), o un discurso de Memoria y Cuenta más parecido a una tesis de sociología que al reconocimiento responsable de un Estado en crisis. Todas éstas al fin y al cabo no pueden sino definirse como acciones simbólicas para repercutir en el imaginario, pero no en acciones concretas que demuestren disposición para resolver el problema de la inseguridad.

Reactivamente

El gobierno de Maduro actúa reactivamente y no pro positivamente ante los problemas que afectan a los venezolanos. Si la semana pasada una tragedia enlutó a una familia venezolana y además consternó a la opinión pública nacional e internacional, pues entonces el gobierno cree que la solución es convocar a un "Comité Promotor de la Nueva Televisión", en vez de ponerse a trabajar ante el gravísimo problema de inseguridad que vivimos y actuar contundentemente para hacer que dejemos de ser la segunda ciudad más violenta del mundo.

¿Acaso es tan difícil reconocer que es la impunidad y no una telenovela la verdadera causa principal de este flagelo que nos agobia? Todo joven sin oportunidades y excluido sabe que el riesgo al que se enfrenta al delinquir es cero: las probabilidades de ser capturado son mínimas, y casi igual a cero que cumpla una condena.

Ante todo este panorama no es de extrañar que actúen públicamente y hasta compartan en redes sociales sus delitos.

Este gobierno de ruidos y murmullos, de opinión pública y propaganda hoy nos hace creer que es un tema mediático el de la inseguridad, que con censurar telenovelas o noticias en los medios todo está resuelto.

Lo más grave es que no es de extrañarnos que la semana que viene el tema sea otro, harina o medicinas que ya empiezan a escasear, por ejemplo, y así se vuelve a engavetar el problema de la seguridad y la violencia hasta que otro caso nos vuelva a golpear.

Al fin y al cabo es más fácil dedicarse a la Misión Nevado que dar la cara.

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