Caracas, 01 de diciembre de 2013.- El próximo domingo habrá elecciones. Y no serán unas elecciones cualquiera porque desde hace tiempo no estamos en un país normal. En un país dividido, con un gobierno que se ha encargado de estremecer al país con decisiones que continúan acabando con la economía, con una lista de problemas que van en aumento y sin intenciones de resolverlos, estas elecciones tienen una importancia capital en la vida de todos nosotros. De este proceso dependerá el transcurrir del 2014.

El gobierno sabe que no lo acompaña la mayoría de la población. Todos lo sabemos, pero note que hablo de mayoría de la población y no de la mayoría electoral. Son dos cosas distintas y debemos entenderlo. La primera registra lo que pensamos todos y la segunda expresa el sentir de los que fueron a votar. El gobierno quiere seguir haciendo propaganda inundando los titulares con números que no representan la realidad, y lo hará si nosotros lo permitimos. Nuestra participación será clave para quitarle la posibilidad al gobierno de manipular con un resultado electoral.

Hace tiempo que la mayoría del país no los acompaña. Sus políticas económicas acaban con los sueldos de todos y ha hecho que los precios de los alimentos estén por las nubes. Desde hace meses que el pueblo rechaza las cifras de muertos todos los fines de semana, y no porque se publiquen, sino porque siguen ocurriendo. Cada vez somos más los que nos resistimos a acostumbrarnos a colas de cuatro horas por un kilo de harina para el desayuno del día siguiente.

Ellos saben que no pueden convencerte de que los acompañes con tu voto. En siete meses que Nicolás Maduro lleva gobernando, no les ha dado a los venezolanos una sola razón para que marques la tarjeta de ese partido. No convence a los que los hemos adversado siempre, y cada vez le cuesta más hacerlo con sus militantes. Sería como pedirle a un Caraquista que se convierta en Magallanero o viceversa. A ellos solo les queda la opción de ponerte barreras para que no acompañes a tu equipo. Por eso intentan de cualquier forma que no vayas a votar. Desestimulando el voto como mecanismo de expresión, generaron ruidos para evitar que se hiciera esta campaña, abusando de los recursos públicos, silenciando medios para invisibilizar a los candidatos distintos a los del gobierno.

Todas las acciones del gobierno apuntan a ganar elecciones, ser un número que sirva para el discurso, y no a resolver los problemas.

Y es que los procesos electorales tienen una lógica inamovible. Se definen entre los que participan. Poco importa lo que piensa el total de la población. Así que de nosotros depende que sigamos demostrando que somos más los que queremos vivir en un país mejor a esto que tenemos.