Henrique Capriles: Diálogo para Venezuela


Caracas, 10 de noviembre de 2013.- Llevar la palabra de los venezolanos a lugares tan importantes en las dinámicas políticas del mundo de hoy como lo es el Vaticano es trascendente, tanto como una posibilidad de que afuera de nuestras fronteras conozcan el descontento de nuestro pueblo, como también lo es espiritualmente, porque los venezolanos merecemos poder vivir tranquilos y en paz.

Cuando llegamos a reunirnos cónsul Santidad y me indicaron que debía pasar para realizar nuestro encuentro privado, me quedé sorprendido porque uno pensaría que debía atravesar un pasillo para al final conseguirme a Su Santidad, mi sorpresa al atravesar la puerta es que a escasos metros estaba el Papa Francisco.

Lo primero que le dije fue: Su Santidad, yo no vengo a pedirle por Capriles, vengo a pedirle por Venezuela.

Le hablé a Su Santidad de la inestabilidad política por la que atraviesa nuestra Venezuela, y no podemos dejarnos engañar, el problema de Venezuela no es un debate entre la derecha y la izquierda. Le hablé de los presos políticos, porque en Venezuela no hay políticos presos, hay presos producto de la polarización de quienes piensan diferente. Le Hablé de la lucha contra la pobreza, porque quieren hacernos creer que en Venezuela salimos de la pobreza y no es cierto, mucha gente se acuesta a dormir con el estómago vacío.

La palabra de Su Santidad fue DIÁLOGO, pero para el diálogo se necesitan al menos dos.

Pedimos la ayuda del Papa Francisco para el diálogo, porque pareciera que el gobierno no quiere dialogar con nadie, el gobierno ha utilizado un discurso de violencia durante años y ahora con Maduro al mando el discurso se ha vuelto incluso más violento, entre otras razones porque no tienen nada que proponer. A Maduro le quedó grande el gobierno, no tiene proyecto y no sabe hacia donde van, esta semana anunciaron que harían unos anuncios importantes en materia económica y la realidad es que no tomaron decisión de ningún tipo.

Nuestra lucha ha sido abrazados a la verdad y para poder seguir avanzando necesitamos entendimiento entre todos los venezolanos.

Y esto fue lo que fuimos a hablar con Su Santidad, para que nos ayude a que haya entendimiento entre los venezolanos, para que la Iglesia sea quien dirija el diálogo en nuestra Venezuela, y el Papa va a hablar con la Iglesia venezolana para promover esos caminos de diálogo. Venezuela está en los pensamientos del Santo Padre.

Algunos le quitan valor al diálogo, pero no hay forma de que Venezuela salga de donde está sin el diálogo. El que habla más duro no es el más inteligente, el que insulta más no es el más inteligente. No podemos seguir viviendo en un país donde un pedazo se impone sobre otro.

Y recordamos las palabras del Papa Juan Pablo II: NO TENGAN MIEDO.

En un país como el que vivimos esta no es una elección más, es una elección para decir si queremos este país en crisis que estamos viviendo, con la inflación más alta del mundo, con un altísimo porcentaje de escasez y desabastecimiento, con un incremento constante de los productos que consumimos, con una baja producción que no permite superar la crisis, con los casos de corrupción que se han ido conociendo... o si queremos un cambio en Venezuela.

El 8 de diciembre es una gran oportunidad que tenemos los venezolanos, no la desaprovechemos. Nosotros hemos sido un factor de contención y hemos pedido al país que drene todas las emociones a través del voto, votando el 8D podemos alcanzar grandes cosas. Este país va a cambiar. 

Y el día de mañana, aunque nosotros ganemos las elecciones con el 80% de los votos, nosotros tenemos que respetar ese otro 20% que no votó por esta alternativa, porque de eso se trata un buen gobierno, de escuchar y trabajar para todos por igual.

Nosotros vamos a seguir luchando, sin descanso.

No vamos a descansar. El 14  de abril el país cambió, le guste o no al gobierno. Y nosotros vamos a seguir recorriendo el país, acompañando a los millones de venezolanos que quieren un país mejor. El gobierno quisiera que dejáramos solos a los venezolanos, pero no los vamos a dejar solos, es un compromiso.

Ahora están jugando a destruir a nuestro estado Miranda, haciendo guarimbas con un grupito reducido de personas que lo que hacen es generar molestias en la gente; convocando de un día para otro un Consejo Federal de Gobierno cuando sabían que yo estaba en el Vaticano, pero Miranda estaba representada con la figura de Adriana D’Elia como Encargada de la Gobernación, sin embargo, ellos lo que querían era generar una matriz de opinión que no lograron.

Porque cuando las cosas de hacen bien pasan cosas buenas, nuestra visita al Vaticano para el encuentro con Su Santidad el Papa Francisco es una cosa muy buena para nuestra Venezuela.

El gobierno podrá seguir inventando maromas para entorpecer nuestra lucha, pero no lo van a conseguir y nunca la van a frenar, somos millones de venezolanos los que creemos en que una mejor Venezuela es posible. Y es esa energía de la gente la que nos da la fuerza para seguir luchando.

Sin importar la religión ni la tendencia política, todos sabemos que Venezuela necesita y merece un cambio que conduzca hacia la paz. Y es por ese cambio, que sentimos un compromiso con los jóvenes que han visto truncadas sus esperanzas. Es por ese cambio, que nos solidarizamos con las familias que se han visto rotas por la política o que ahora lloran un vacío porque la violencia les robó la vida de algún ser querido. Es por ese cambio, que pensamos en cuánto hacen los productores nacionales para poder sobrevivir en medio de un clima de desconfianza y riesgos.

Nuestra Venezuela va a cambiar. ¡Dios bendice a Venezuela! Que nada te detenga.

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