Caracas, 08 de noviembre de 2013.- Hace varias semanas, el diputado a la Asamblea Nacional, Julio Borges, denunció que de acuerdo a informaciones que recibió por los caminos verdes, desde el gobierno central se gestaría un plan para atacar la gestión del alcalde Carlos Ocariz ante la gran ventaja que tiene sobre su contrincante de cara a las elecciones municipales del 8 de diciembre.
Según lo expuesto por Borges, el oficialismo da como un hecho la victoria de Ocariz, pero generando caos en su municipio, se buscaría fomentar abstención en el voto opositor para intentar restarle apoyo a la alternativa democrática y así poner en riesgo el triunfo de Antonio Ledezma en la Alcaldía Metropolitana.
El plan denominado "Tormenta Roja" de acuerdo a un documento que presuntamente se filtró desde cuadros oficialistas, tendría como propósito atacar la moral de Carlos Ocariz, así como generar fallas en el servicio de recolección de basura y en el suministro de agua en las zonas populares del municipio Sucre.
¿Qué hemos visto en los últimos días? Desde el oficialismo se han fomentado protestas y trancas de calle contra la alcaldía de Sucre precisamente por las fallas del suministro de agua que hay en los barrios de Petare norte. A diario camino por esos sectores y ciertamente, el clamor de la gente es que les manden más agua. Pero, ¿por qué ocurre esto?
El Instituto Municipal de Aguas (IMAS) no produce agua, sino distribuye el vital líquido que Hidrocapital envía. Hay que destacar que el segundo organismo mencionado es un ente adscrito al gobierno central. Lo que ha ocurrido es que no han enviado agua con las presiones necesarias para que llegue a todos los sectores.
Respecto a la basura, ya lo hemos comentado antes: el concejo municipal con mayoría del PSUV, tiene congeladas las tarifas del servicio de aseo urbano en Sucre desde 2002. Con esta dificultad, la alcaldía está obligada a subsidiar más del 80% de los costos, dejando de asignar recursos a otros temas que también son prioridad para nuestros vecinos.
Desde esta tribuna exigimos al oficialismo que dejen el saboteo. No están afectando a Carlos Ocariz, sino al pueblo de Sucre. Si tanto les preocupa la gente, permitan que se actualicen las tarifas del aseo urbano y con ello, junto a otras transformaciones que dependen también de la aprobación del concejo municipal, se puede normalizar la situación.
Igualmente, hacemos un llamado a Hidrocapital para que envíen agua con las presiones necesarias a Petare norte y los demás barrios de Sucre. Hay que apartar las diferencias y trabajar junto al IMAS para darle soluciones a nuestro pueblo.
Nuestro alcalde Carlos Ocariz está haciendo un esfuerzo notorio en ayudar a esas comunidades con este problema. La semana pasada lo acompañamos en el barrio Píritu, desde donde entregó más de 200 tanques a habitantes de los sectores aledaños, continuando con el plan "Más Agua, Más Vida", que ha suministrado tanques a más de 5 mil familias en el último año.
A pesar de la guerra sucia, evidente en murales y vallas desplegadas en todo Sucre que atacan a Carlos Ocariz, su gestión tiene una aprobación superior al 70% de acuerdo a la última encuesta de Datanálisis. El pueblo de Petare está claro en que su alcalde da la cara ante las dificultades y resuelve. El alcalde de Sucre es garantía de resultados.
Estos ataques se complementan con amenazas hechas a través de los medios de comunicación provenientes de altos personeros del gobierno. Acusan a Ocariz de cosas que la gente está clara que son falsas. Le temen porque es un líder popular que derribó el mito de que los más pobres están con la revolución.