Tinaco, 02 de octubre de 2013.- En nuestros recorridos por las diferentes barriadas de nuestro municipio, y en la propia capital, hemos podido conversar con los vecinos acerca de la problemática del agua, y de la manera como la vamos a resolver, y hoy quiero compartir con nuestros lectores algunos de los puntos y propuestas que tenemos al respecto.

En primer lugar, debemos decir con absoluta responsabilidad que,  aunque el abastecimiento del agua potable es una competencia directa del municipio, por razones históricas y legales, este servicio es prestado por una empresa de carácter nacional por todos conocida y que lamentablemente no ha estado a la altura del compromiso asumido. En este caso, ha sido la negligencia y la incapacidad lo que ha permitido que durante años nuestra población, teniendo un río a su orilla, sufra de manera permanente esta calamidad. Incluso, se construyó la aducción que viene de San Carlos, luego de ser tomada de un río (el Tirgua); es decir, que no han sido capaces de resolver con el río que está en el propio pueblo, y sin embargo se debe traer agua de otro río que está a veinte kilómetros de distancia. No contentos con ello, hay quienes plantean que se debe traer el agua desde la represa de El Pao ( la cual está siendo contaminada y está a mayor distancia que el Tirgua); no podemos negar que técnicamente ello  es factible, al igual que lo sería traer agua desde el Orinoco, pero una cosa es que se pueda técnicamente, y otra es que  sea la solución más conveniente. En este aspecto, consideramos que se debe tomar el agua del río Tinaco y almacenarla en las cantidades requeridas, para luego ser tratada y distribuida.

El segundo aspecto se refiere a las barriadas que carecen de la red de distribución (tuberías), y que por lo tanto no tienen agua potable por tubería ni un solo día del año.  Estas comunidades no pueden esperar eternamente, ni es justo que sigan penando por la carencia de ese vital líquido. Para este sector, que debe esperar a que la alcaldía les envíe “cuando se acuerdan”, o cuando los camioneros que venden el agua pasan por los barrios, hemos propuesto crear la “Ruta del agua”, como un programa permanente que dé respuesta oportuna con regularidad, dando garantías a estas comunidades de que podrán contar con el vital líquido en sus casas. Para ello, es necesario conjugar los esfuerzos institucionales de todos los niveles de gobierno, desde la gobernación, la alcaldía, los consejos comunales y cualquier otra organización local. Este tipo de solución, que debe ir pareja con la búsqueda de los recursos que permitan incorporar estas comunidades a la red de distribución, amerita de un gran esfuerzo de concertación y de diálogo, y estoy dispuesto a trabajar sin descanso para lograrlo. Con los vecinos que hoy no reciben agua en sus casas he comprometido mi palabra, porque estoy seguro de poder resolver estas calamidad pública que sufrimos los tinaqueros. La propuesta consta de varios componentes, los cuales iremos discutiendo con todos los vecinos, y también con quienes desde el punto de vista técnico tienen mucho que aportar y ya lo vienen haciendo.