Caracas, 01 de septiembre de 2013.- La popularidad de Nicolás Maduro viene en picada y a nadie debe sorprender que así sea. No se ocupa ni habla de los principales problemas de la gente.
1.- Prefiere pelearse con los dueños de cines porque no abren suficientes salas para una exhibir una película que le gusta, en vez de interpelar a Iris Varela para preguntarle por qué los pranes salen a rumbear en las noches y por qué la cárcel de Sabaneta sigue llena de armas.
2.- Tampoco interpela a la ministra de la Salud o a su antecesora, la ex ministra Sader, para preguntarles por qué colapsaron la mayoría de las unidades de radiología en los hospitales públicos del país, condenando a muerte por mengua a miles de enfermos de cáncer en nuestra patria.
3.- Tampoco pregunta a la ministra de Salud cómo es posible que a los recién nacidos en Aragua los coloquen en cajas de cartón o qué medidas se están tomando para que no vuelvan a asesinar a otro trabajador de la salud, como ocurrió recientemente en la Maternidad Concepción Palacios, con el trágico saldo del fallecimiento de la enfermera Milagros Franco.
4.- Al ministro Merentes y todo el resto de su tren económico no se atreve a preguntarle qué piensan hacer para evitar que la inflación supere 50% este año, a través de un plan que dé confianza a empresarios e inversionistas. Los deja que decidan como mejor les parezca. Lo económico no parece ser su fuerte…
5.- A Molina, a cargo de la construcción de las viviendas, ni de broma le pregunta por qué se están cayendo los edificios y tampoco le preocupa que a casi 3 años de las intensas lluvias de 2010 todavía sigan los refugios llenos de gente, sin fecha cierta para recibir viviendas dignas.
6.- Al ministro Rafael Ramírez la lista de preguntas que le da miedo a Maduro hacer es larguísima. Acá van dos cuestionamientos perentorios: a) Por qué sigue cayendo la producción petrolera cuando prometió subirla, como se establece en el plan de gobierno 2013-2019 b) Por qué no se hizo caso a las recomendaciones del informe de inspectores de seguros entregado a la directiva de la refinería de Amuay en marzo de 2012, reflejando graves rezagos en mantenimiento, enormes fallas en procedimientos de seguridad industrial y lo que es más grave aún, más de doscientos incidentes graves serios en 2011 sin investigación adecuada.
7.- En días pasados, la prensa reportó el asesinato de un invidente en el Zulia para robarle su perro guía. Este y otros crímenes espantosos ocurren diariamente en Venezuela, enlutando a miles de familias venezolanas cada mes, porque existe la más absoluta impunidad. Al plan Patria Segura, del ministro Rodríguez Torres, el pueblo comienza a llamarlo hampa segura, ya que los resultados no se ven por ninguna parte.
A Maduro, en vez de cuestionar severamente el plan, no se le ocurre nada mejor que nombrar a Papi Papi como secretario presidencial de un plan por la paz y la vida. A los petareños no se les olvida su nefasta gestión como alcalde del municipio Sucre.
Creo que el magnicidio real que vive Venezuela es cómo se deterioró nuestra calidad de vida y el Gobierno no sabe y no puede resolver los problemas.
Los gobiernos son para convocar al país para que, entre todos, podamos resolver los problemas. Los problemas no son para pelear, dividir o difamar.