Caracas, 28 de octubre de 2022.- La militancia de Primero Justicia, junto al pueblo venezolano salió a la calle a nivel nacional, en el marco del Viernes Amarillo para protestar por los salarios y pensiones de hambre que se devengan en Venezuela a causa de la ineficiencia y corrupción de Nicolás Maduro, destacando que para lograr la recuperación del poder adquisitivo del venezolano es urgente un Cambio en el país.

En este sentido la dirigente justiciera Milagros Valera, recordó que "el aumento salarial de marzo de 2022 que estableció el salario mínimo en $ 30 mensuales, actualmente en octubre de 2022 equivale a $ 13 mensuales. Es decir, el salario mínimo y la pensión han perdido 55% de su poder adquisitivo en dólares ¿Qué se compra en Venezuela con $13?", preguntó.

De igual forma Valera destacó que "los tres meses de aguinaldos pagados fraccionadamente en tres partes equivale a quitarle a los trabajadores al final de diciembre un 20% de lo que le corresponde. Por eso exigimos el pago completo de los aguinaldos. Maduro tiene los recursos para pagar y está dedicando el dinero a otros fines, no a los prioritarios".

Por su parte el dirigente justiciero Oswaldo Siano argumentó que se trata de 4.000.000 de pensionados y 1 millón de empleados de la administración pública, que devengan 13 dólares mensuales. "La situación de los trabajadores y pensionados es precaria, no podemos comer, mucho menos comprar medicinas o atender otras necesidades de la familia".

"La lucha para dignificar el salario mínimo es en la calle, es de todos los venezolanos, Primero Justicia sigue junto al pueblo trabajando y organizándose todos los días, para tener salarios dignos, educación, salud y prosperidad para todos. Exigimos salarios dignos. El Cambio es posible".

Desde Primero Justicia hemos venido presentando desde el año 2015, la necesidad evidente de todos los venezolanos, de dolarizar el sueldo. Es una medida para proteger a los ciudadanos y darle valor a su trabajo.

En una economía que está dolarizada como la venezolana, no es justo que la devaluación y la inflación hagan que los venezolanos no puedan satisfacer sus necesidades. La demostración más evidente de la indolencia del Estado por los derechos humanos, es la decisión de dividir el  insignificante aguinaldo  de los trabajadores en cuatro partes.