Caracas, 20 de febrero de 2012.- Julio Andrés Borges Junyent (1969), coordinador nacional de Primero Justicia, regresó con un morral "lleno" de papelitos que los habitantes de Ciudad Bolívar no pudieron entregarle el miércoles 15 al presidente Hugo Chávez. Ese día, como diputado a la Asamblea Nacional, Borges asistió a la sesión conmemorativa del Congreso de Angostura y en el vuelo de ida y vuelta vivió un efecto de las primarias del 12F: sus colegas del PSUV, algunos que nunca le habían dirigido la palabra, lo trataron con camaradería.

-¿Cuál es su balance del 12F?

-Tiene mucha significación, no solamente por la elección de los candidatos sino que es un paso decidido a un país que entiende que el 7 de octubre no está planteado ganar unas elecciones sino salvar a Venezuela. El país que quiere una alternativa ha entendido que sí es posible vencer a través de lademocracia a un gobierno que no es democrático. Esos tres millones de votos son muy alentadores. El voto del 12F fue orientado a un discurso que nosotros defendemos y es que con los radicalismos lo que hacemos es fortalecer a Chávez. La labor del nuevo liderazgo es lograr una Venezuela que pueda volver a trabajar unida y al mismo tiempo confrontar con Chávez y el Gobierno, pero desde el punto de vista de las carencias, los dramas y lasrealidades que viven los venezolanos. Lo que ha dado fortaleza al liderazgo de Henrique Capriles es que él ha sido intérprete de esa visión, no ha
sido un contendor de boxeo. 

-En la campaña del ganador no hubo confrontación pero también se desdibujaron los partidos y se diluyó la ideología. ¿Cuando se reconstituyen los partidos? 

-Henrique ha dicho que el problema de los venezolanos no es ideológico y a eso nos quiere llevar Chávez: que si eres capitalista o socialista, de izquierda o derecha, revolucionario o contrarrevolucionario. Ese es un debate irreal y Henrique ha hecho bien en ponerlo a un lado e ir al debate de carne y hueso que es cuál es la Venezuela que merece el pueblo. Los partidos políticos, simultánea y paralelamente sí tienen una labor de organización social, de educación política, de sembrar la semilla del abecé democrático. Yo veo roles distintos, el del candidato con su discurso de futuro, que no quiere que le pongan etiquetas ideológicas y el papel de nosotros los partidos, de organizar, de darle contenido ideológico a esas organizaciones. No hay que aguardar a un futuro para ver el papel de los partidos políticos, ese papel es simultáneo. Eso es tan así que es lo que ha hecho
posible las primarias, la unidad y la candidatura de Henrique. 

-Primero Justicia y Julio Borges estuvieron de bajo perfil. ¿Eso fue concertado? 

-Eso ha sido de alguna manera un trabajo compartido y todos estamos de acuerdo. Ahora nos toca seguir profundizando ese crecimiento que se ha dado en otras figuras que han surgido de las primarias: Richard Mardo (Aragua), Carlos Ocariz (Miranda), Wilson Castro (Bolívar), Carlos García (Mérida) o Gustavo Marcano (Anzoátegui). Yo me siento orgulloso de un trabajo silente que ha ido dando frutos con algo que sembramos hace diez años. Entonces Carlos García estaba en bachillerato y Wilson Castro o David Uzcátegui (Baruta) estaban en la universidad. Eso demuestra que no son soluciones de 24 horas sino de largo plazo y sin desmayar. Al final queda el cimiento de una nueva generación, con partidos políticos sólidos, con identidad propia, con una visión moderna de Venezuela. El 7 de octubre las elecciones no las va a ganar o a perder Henrique Capriles sino el país entero. Venezuela
tiene que prepararse para la gobernabilidad y nunca habíamos estado en una prueba de fuego que implicara a tantos venezolanos al mismo tiempo. Hemos tenido conflictos, pero hoy todos tenemos una cuota de responsabilidad mucho más grande y allí los partidos políticos como constructores y con visiones de consenso van a jugar un papel fundamental. Y ese es el logro de los partidos políticos en la Mesa de la Unidad, si no estaríamos todavía peleándonos si votar o no votar, si debemos tener candidato propio o no. Tendríamos una discusión alejada de la realidad. 

-Un vistazo rápido del mapa nacional indica que el 12F todos los aliados ganaron algo. ¿No es ya tiempo de admitir que hay organizaciones con fuerza sólo regional y hacer coaliciones nacionales con similares, como ocurre en Europa? 

-Sí, ciertamente. Yo creo que no hemos visto el final de la película del 12F todavía. Ahorita van a venir en las elecciones de gobernadores y alcaldes nuevas coaliciones y el país tiene que entender eso como algo muy sano. Por ejemplo, está el proyecto de Henri Falcón de hacer un nuevo partido y habrá otros gobernadores y alcaldes que quieran asumir una identidad partidista. Yo creo que lo que más le da compromiso con el pueblo a un político es su compromiso partidista. A veces los políticos independientes no tienen sino compromiso con ellos mismos y esa es una de las cosas que en Venezuela tenemos que superar. Se enaltece al político independiente porque está comprometido con todos y la verdad es que está comprometido sólo con él. La lectura que tú haces de que el 12F nadie perdió todo ni nadie ganó todo es también real. 

-El estado del país requiere atención urgente al margen de las ideologías, pero cuando eso se supere y se retomen los matices ideológicos ¿cuál será el espacio que ocupará PJ? ¿La centroderecha no tiene quien la represente en Venezuela? 

-No, no tiene. Tanto Henrique como Armando (Briquet), como te dijo él (30/04/12), fue el presidente de nuestro congreso ideológico. PJ nunca ha querido ocupar el lugar de la centroderecha en Venezuela. Si no se llamaría en lugar de Primero Justicia, Primero Libertad, Primero Comercio o los Librecambistas del siglo XIX. Un partido que se llama Primero Justicia tiene como premisa la igualdad y la vocación social. Nosotros creemos que somos un partido centroprogresista, centrohumanista y que tiene muy claro que el corazón está en el centro pero viendo a la izquierda, como dicen los partidos hermanos y eso es muy importante en la Venezuela de hoy, que reclama que se interprete bien el drama de la pobreza y de la justicia. Esa es una visión que hemos tenido muy, muy clara. Nunca hemos querido ocupar el espacio de la centroderecha sino el de partido de centro que quiere superar el
debate inútil entre derecha e izquierda. De allí que PJ se haya denominado en su congreso un partido progresista-humanista y eso es un partido centrado en la dignidad de la persona humana y en el bien común. 

-¿Y cómo uno de sus principales apoyos ha sido el Partido Popular de España si PJ quiere ejecutar un Gobierno de centroizquierda? 

-Te digo con honestidad, todos los partidos con los que hemos tenido relaciones, el PAN (México), el Partido de la U (Colombia), la CDU (Alemania) o el PP, han venido de la centroderecha al centro y ha sido un debate muy fuerte. En el caso de la CDU ha sido la gran bisagra entre los socialdemócratas y los liberales, que es donde nosotros siempre nos hemos sentido cómodos. Esa posibilidad la resumo en la certeza de que podemos conjugar la libertad y la justicia, que no hay que sacrificar una por otra. Eso para nosotros es dogma de fe así como el reconocimiento de la dignidad de la persona humana. 

-¿Habrá competencia por el electorado entre PJ y AD? 

-Nosotros somos un partido con vocación popular y hemos ido rompiendo esa idea de ser un partido de clase media. A mí que me ha tocado estar al frente desde su fundación, tenemos vocación de ser un partido que trascienda, en términos de lo que diría Rómulo Betancourt, policlasista. Eso es un norte y nuestra aspiración es crecer hacia allá. 

-¿Todos los simpatizantes de PJ tienen eso claro? ¿No habrá quien creyó que militaba en la centroderecha? 

-Yo no podría decir que hay un dirigente importante dentro de PJ que haya asumido la centroderecha. Los documentos doctrinales fueron redactados por Armando y por mí. En El Universal me hizo una entrevista Ernesto Villegas hace diez años y yo dije que éramos un partido de centroizquierda. Lo verbalizamos claramente y no tenemos vocación de tocar el espacio, que sí existe, de la centroderecha en Venezuela. 

-¿Ese espacio se lo dejan a María Corina Machado? 

-Ella ha hecho equipo con personas que son liberales y asumen esas tesis, que son absolutamente respetables. Nosotros no somos liberales. Yo soy un hombre de justicia social.