Maracaibo; 03 de septiembre de 2019. El colapso nacional es evidente. Caos en servicios públicos, destrucción de la moneda, del sistema educativo, de la infraestructura hospitalaria y la escasez de medicamentos son una constante para los venezolanos. Ante ello, como una suerte de incógnita para muchos, los venezolanos continúan resistiendo en medio de lo que ha sido calificado por la Asamblea Nacional de Venezuela como una Emergencia Humanitaria Compleja.

A juicio de Rafael Ramírez Colina, diputado a la Asamblea Nacional por el estado Zulia, es la “reserva de principios, de valores” de los venezolanos, lo que hace que aún continúe el país haciendo frente ante la más compleja crisis humanitaria.

“Todo es gracias a nuestra propia reserva de principios, estoy convencido de ello. A Venezuela la sostiene nuestra reserva moral que sin duda alguna, es digna de admirar. En medio de todo lo que pasamos, todos nos colaboramos, nos apoyamos, nos decidimos a brindarnos el alivio necesario para salir adelante y superar los obstáculos que nos impone el régimen” explicó.

Esa “reserva” del venezolano, a juicio del parlamentario, ha confrontado al socialismo, como un “modelo fracasado” que históricamente ha demostrado que termina en destrucción.

“Todo modelo que promete igualarte hacia abajo solo termina en fracaso porque termina una cúpula siendo muy rica y todos los demás depauperados. Estos modelos solo le funcionan a quien controla el poder. Todo lo que el socialismo construye es en base al esfuerzo de otro. Hoy nosotros soportamos con nuestra reserva moral y lo que aún funciona en el país es porque lo hizo el modelo anterior”.

Insistió en que el modelo político actual, solo se minó de funcionarios “supuestamente leales pero incompetentes,  que se robaron todo el dinero” que era de los venezolanos. “Cuando se descubre a un funcionario venezolano fugado por corrupción se habla de miles de millones de dólares”.

Urgió la permanencia del pueblo venezolano en la lucha por la libertad de la nación. “Trabajamos para el cambio cuando resistimos, cuando comunicamos pese a la censura, cuando seguimos metidos en las parroquias para organizar a la gente para que reclame sus derechos, cuando la gente reclama y protesta por su calidad de vida, cuando seguimos ejerciendo la presión internacional, esas son las formas con las que seguimos esforzándonos por lograr un cambio”.