Ramón Muchacho desde el exilio: "Las elecciones regionales son una oportunidad para pelear"


Miami, 16 de agosto de 2017.- De los 77 alcaldes que la oposición venezolana logró elegir en 2013, 12 han sido removidos de sus cargos y sobre la mayoría de ellos pesan penas de cárcel e inhabilitación política impuestas por el Tribunal Supremo de Justicia.

Ramón Muchacho, alcalde del municipio capitalino de Chacao, es uno de los políticos que optó por exiliarse luego de ser destituido y sentenciado a 15 meses de prisión por la Sala Constitucional, en una de las maniobras del régimen de Nicolás Maduro para golpear la voluntad popular y perseguir a la disidencia.

Muchacho, quien se encuentra en Miami, no ha perdido el tiempo para comenzar a hablar de la situación venezolana, el papel de la comunidad internacional y la lucha que viene desarrollando la oposición democrática.

En entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS, dijo que está en desacuerdo con una intervención militar de Estados Unidos en Venezuela, porque eso significa “violencia y sangre”, pero aclara que pudiera resultar inevitable para EEUU, sino hay una alternativa que permita el cambio político en Venezuela.

Señaló que para evitar que esa opción se materialice, la comunidad internacional tiene el reto de conseguir junto a los venezolanos una fórmula para alcanzar el cambio político, “que hoy en día los venezolanos solos no podemos lograr. Es duro decirlo”.

En Venezuela le tocaban al menos 15 meses de cárcel, ser un preso político más o mantenerse en la clandestinidad. ¿Qué le hizo tomar la decisión de irse?

Ha habido una persecución sistemática a los alcaldes. Es muy respetable cualquier decisión de los perseguidos políticos. En mi caso decidí que con un Gobierno dictatorial como el que tenemos no vale la pena entregarse. En Venezuela, la cárcel no permite hacer el trabajo político que nosotros hacemos, no solo es cárcel, es aislamiento, y yo puedo ser mucho más útil en libertad en donde esté. Un ejemplo muy puntual, hace poco más de un mes recientemente sostuve reuniones con el presidente de Perú, Pablo Pablo Kuczynski y en Chile con Sebastián Piñera donde tuve la oportunidad de exponerle de primera mano lo que ocurre en Venezuela, hoy estoy aquí en DIARIO LAS AMÉRICAS, y en donde vaya estaré poniendo mi grano de arena en la lucha por la libertad y la democracia en Venezuela.

¿Qué lo hizo cambiar de percepción y catalogar al régimen de Nicolás Maduro como una dictadura?

Mi percepción básica es la misma desde hace mucho tiempo pero la situación en Venezuela no es estática; particularmente lo que pasó con la Asamblea Nacional Constituyente y las últimas aberraciones y atropellos a la Constitución a mí me han hecho llegar a la conclusión de que los cambios que queremos para Venezuela dentro de la democracia y por las vías democráticas se cerraron completamente. Los venezolanos estamos en una situación, guardando las distancias, muy parecida a la que vivieron los cubanos hace años.

¿Entonces qué tipo de lucha puede plantear la oposición, si la Mesa de la Unidad siempre ha señalado que deber ser constitucional, pacífica y democrática?

El hecho de que hayamos llegado a la conclusión dolorosa de que no existen salidas democráticas, no quiere decir que nosotros tengamos la solución, solo tenemos claro que por esa vía no hay opciones. Segundo, eso tampoco quiere decir que la lucha que da la oposición no vaya a ser democrática, porque nosotros solo sabemos luchar en el campo de la democracia, no podemos ir a la lucha armada porque no sabemos cómo hacerlo, somos demócratas pero en ese terreno ya no podemos lograr el cambio. Eso plantea un reto no solo para los venezolanos sino para todo el continente, diseñar un plan, una estrategia que permita aplicar en Venezuela opciones que no se hayan intentado antes y que nos permitan lograr ese cambio hacia la libertad y la democracia.

¿EEUU ha planteado que no descarta una opción militar en Venezuela. Usted ha dicho que los gobiernos de América Latina deberían tener una alternativa. A qué se refiere?

La respuesta al Presidente de EEUU cuando dice que no descarta la solución militar, para que sea realmente contundente, no puede ser de un simple rechazo. Es normal que cuando alguien plantea algo como eso, haya una respuesta automática de rechazo, porque los políticos que tenemos años en esto, tenemos muy metido aquí (en la cabeza) el concepto de soberanía y autodeterminación de los pueblos, pero eso no basta. Hace falta que el continente, los presidentes los organismos multilaterales, tengan ante una propuesta. Lo que pasa es que hasta ahora no la tenemos. Venezuela es un caso extraño que con la medicina tradicional no se cura.

¿Y qué puede pasar entonces con esa advertencia?

Yo tengo la gran preocupación de que esa amenaza del Presidente de EEUU se pueda hacer realidad, no porque quiera ayudar a los venezolanos, a lo mejor también, pero no es esa la razón; la razón es mucho más seria (…) el propio gobierno de EEUU, de acuerdo con los informes de inteligencia, hechos públicos además (…) le está diciendo al mundo que Venezuela es un narcorégimen, donde están Irán, Rusia, Hezbollah, grupos terroristas, carteles de la droga, etcétera. Eso es lo que dice, yo creo que es así, pero poco importa lo que yo diga, eso es lo que dice EEUU; están diciendo que Venezuela es una amenaza para EEUU y para todo la región. Si actúa, lo hará de acuerdo con la información que tiene y para protegerse a sí mismo y el pueblo venezolano va a llevar la peor parte. Para evitar eso necesitamos urgentemente una fórmula que nos permita devolver libertad y democracia a Venezuela antes de que sea demasiado tarde.

¿Qué elementos debería tener esa fórmula, qué espera de la comunidad internacional?

Es necesario que el continente hable un solo idioma y llegue a acuerdos difíciles sobre Venezuela. Hay gobiernos muy claros como Perú, Argentina, Chile, Brasil, Colombia, pero hay otros que no, al punto de que en la OEA ha sido imposible llegar a un acuerdo para aplicar la Carta Democrática.

Lo primero es acordar que Venezuela es un problema para la región completa y no solo para los venezolanos. Antes de pensar en una intervención militar hay otras cosas que se pueden hacer (…) Venezuela recibe muchos recursos económicos provenientes de China y Rusia, con esos dos países hay que hablar. Hay otro país que le da oxígeno al Gobierno, paradójicamente es EEUU, porque le compra el petróleo. Es un riesgo para EEUU pero le sigue comprando petróleo y por otro lado Maduro dice que lo van a invadir pero le sigue vendiendo petróleo [a EEUU]. Entonces es necesario que Rusia, China y EEUU formen parte de la solución.

En ese escenario y contexto del que venimos hablando, ¿cómo evalúa la decisión de la MUD de acudir a las elecciones regionales?

Es un tema diseñado para generar polémica y división. Hay muy buenas razones para participar y muy buenas razones para no participar. La MUD dio una discusión dura, muy difícil y me consta y al final decidieron participar. No quiero justificar pero sí explicar la decisión de la MUD. En Venezuela hay una dictadura, el gobierno de Maduro es ilegítimo y el CNE es ilegítimo; que se den elecciones regionales o municipales en este contexto no lo va a legitimar, la única forma en que se puede legitimar a un Gobierno es que surja del voto. Solo si hay elecciones presidenciales democráticas con voto universal y secreto, se legitimará al Gobierno.

Como la han asumido, son una oportunidad para pelear, para agitar la calle, para que esos candidatos en todos los pueblos en el interior, no solo en Caracas, sino en Vargas y de extremo a extremo. A hacer campaña a agitar, a organizar, a pelear y si llegan las elecciones, pues pelearemos en la mesa, y si hay que pelear los votos hasta con puños, y así los hemos peleado, lo haremos otra vez. Se pueden robar elecciones, van a meter presos a candidatos, pero muchos de esos candidatos son héroes. Hablan de las ambiciones de los políticos, sí, todos las tenemos, pero no es un paseo en la pradera, se arriesgan a ser perseguidos.

Ahora, ya que la decisión es participar, digámosle a todos esos candidatos que estén en las calles, marchando, que se pongan en primera fila, seguro lo van a hacer con gusto.

Si bien en Venezuela se están moviendo muchos escenarios en simultáneo, pareciera que falta algo o alguien que integre esa lucha en la calle, lo electoral, internacional, institucional y militarmente ¿Quién o qué instancia puede hacer este trabajo en la oposición?

Organizar a la oposición y organizarse a lo interno es un reto, ha avanzado mucho allí en sus esfuerzos unitarios hay varios liderazgos importantes con sus estilos y formas. Lo más difícil, ha sido dar una cara al mundo, que la comunidad internacional sepa con quién entenderse. Creo que en ese sentido ha sido muy importante el trabajo de la Asamblea Nacional desde que fue electa. Desde ese momento fue más fácil para el mundo identificar un liderazgo legitimado en sus diputados y en sus autoridades, actualmente en su presidente, Julio Borges, pero también en otros diputados.

Es un reto muy grande para la oposición, en Venezuela. Tenemos que hacer ese trabajo pero sin ser Gobierno, no tenemos las prerrogativas, ni los recursos ni la nitidez. La oposición, tal vez un gobierno en la sombra como la han llamado, tiene el reto de salir al mundo y ser reconocida no solo como oposición sino como el único vestigio de legalidad y democracia que hay en Venezuela. Hemos logrado y reivindicado el trabajo de la AN y los diputados, porque se ha logrado que cuando el presidente (del Parlamento) o los diputados salen al mundo sean reconocidos como demócratas y como legítimos representantes de la voluntad popular.

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