Bolívar, 14 de marzo de 2016.- 17 años de olvido ¿involuntario?... Llamó sobremanera mi atención que el pasado 6 de diciembre el país habló y el gobierno se hace el loco o el desentendido, porque precisamente al pasar unos meses en que la alternativa democrática ha venido buscando las vías para poder reconciliar el país, el gobierno no muestra síntomas de cambio y por el contrario se aferran al poder a través de políticas obtusas y obscenas para la gente. “Cambio” esta palabra había sido prácticamente guardada en el “baúl de los recuerdos”, cuando en el marco de la campaña política del año 2013 se convirtió prácticamente en el botín más preciado de partidos y el candidato que buscaba la Presidencia de la República: Henrique Capriles.

En efecto, en el marco de la campaña presidencial del año 2013, la palabra “cambio” tenía para el ciudadano común y corriente una connotación que más que un reclamo, era como un “grito de guerra”. En ese año, el imaginario colectivo en su mayoría quería cambiar, sin saber a ciencia qué y hacia dónde, y los estrategas no tardaron demasiado en darse cuenta que sería la palabra clave para construir un discurso político que se tradujera finalmente en votos para el partido y candidato que la enarbolo.

Así pues, cambiar significaba muchas cosas: atreverse, retar, decidirse, votar, “echar al PSUV”, acabar con el régimen viejo y caduco, pensar de decir que tenemos una vida mejor, entre muchos otros, y aunque el esquema propuesto sobre la responsabilidad de la palabra no era realmente explicado y comprendido, la palabra cambio, por sí sola, llenó el lenguaje del discurso político, generó expectativas, creó ilusiones, multiplicó simpatías.

La palabra también fue visualizada a través de slogan de campaña, carteles, colores, frases que la tenían como eje discursivo, el nivel con o propositivo del término no daba pie a malas interpretaciones, regresiones y mucho menos burlas por parte de quienes la escuchaban y pronunciaban. Debemos de transitar un ¨cambio¨ aunque de ambas partes (Gobierno y Oposición) se ve un miedo a ellos, producto de que ahora es que se está observando una Motivación por parte de los jóvenes que han decidido quedarse en el país y luchar junto a su pueblo porque existe un país mejor lleno de oportunidades para todos por igual

La palabra “cambio” para el progreso es quizás el primer triunfo que fue previo a la victoria electoral del 6D, fue el triunfo del lenguaje, el triunfo de la palabra, que atrapada y con dueños ya identificados, sólo necesitamos que se sigan trazando los caminos que aunque a muchos les suena imposibles por quedarse en sus casas sin salir a luchar a la par de los jóvenes que hoy son nuestros hijos y nietos que están dispuestos a sacrificarse por su país sin importar el color político en vista que esto ya transciende lo político en vista que ahora estamos en una ¨Crisis¨ muy profunda y que con una buena organización y venciendo el miedo podemos obtener mejores resultados.