Los Teques, 28 de julio de 2015.- Los elevados niveles de inflación, el desabastecimiento y la insuficiencia presupuestaria del dinero aprobado por el Gobierno nacional para el Ejecutivo regional, impactan negativamente la alimentación de 1200 adultos mayores que asisten a las 37 casas de abuelos del estado Miranda.

“Tenemos un presupuesto reconducido desde 2009, porque los incrementos no han ido de la mano ni siquiera con la inflación”, señaló el presidente de Abuelos Miranda, Luis Francisco Cabezas, quien además aseguró que porcentualmente el dinero que le otorgan al programa de atención de la tercera edad desde que está al frente el gobernador Henrique Capriles, es mucho menor del que le daban a su antecesor Diosdado Cabello.

Reseñó que del total por Situado Constitucional recibido en 2015, se destinaron 9.105.696 bolívares para ese programa de alimentación social, que representan 34,12 diarios por abuelo para cubrir desayuno, almuerzo y merienda. “Con eso actualmente no compras ni un jugo”.

Recientemente fue aprobado un crédito adicional para cubrir los gastos de alimentación hasta la primera semana de diciembre, pero no se tiene garantía de que ese dinero realmente alcance, dado el índice inflacionario que amenaza con cerrar el año en 140% según proyecciones. “Muy probablemente llegamos a principios del mes de noviembre. Los presupuestos deben sincerarse no podemos estar dependiendo de créditos adicionales año a año, porque eso es mantenernos en una zozobra cada tres meses”, acota Cabezas. 

Asimismo, dejó claro que depender de la inyección de créditos adicionales en muchas ocasiones amenaza la continuidad del programa, porque eso supone una demora entre los tiempos en los que se introducen en el Consejo Legislativo, se aprueban y se hacen realmente efectivos.

El presidente de la dependencia sostiene que se están haciendo todos los esfuerzos para mantener un menú nutricionalmente validado que cubra los requerimientos kilocalóricos que los abuelos necesitan, pero cada vez es más difícil la provisión de la proteína animal. “El pollo que era uno de los alimentos que más estábamos dando está en 450 bolívares el kilo, y desde hace mucho tiempo hemos dejado de dar pescado por el alto costo. Los granos que podían ser una alternativa para sustituir la proteína animal, al ser mezclados con arroz y vegetales, también están muy costosos pues cada kilo de caraotas negras o rojas está entre 450 y 600 bolívares”, detalla.

Además del alto costo, está la odisea que representa poder comprar los alimentos por temas de tiempo y ubicación. Cabezas explica que no cuentan con proveedores mayoristas sino que cada asociación civil con la cual se presta el servicio en las casas de abuelos debe ir a comprar al detal en las bodegas y comercios cercanos. “En ocasiones podemos comprar en los Pdval o Mercal pero lo que ellos nos expenden es muy bajo porque no nos venden 20 pollos sino 2 a lo sumo. Por eso no son una alternativa segura y regular”, señala. Cuenta además que las promotoras de las casas en muchas ocasiones deben pasar largas horas haciendo colas, lo cual supone dejar de lado su rol de acompañamiento de los abuelos. “Muchas de ellas que trabajan en Tapipa o El Guapo, deben trasladarse hasta Caucagua a comprar, porque no siempre en las localidades hay puntos de distribución. Y lo mismo sucede con las promotoras de las zonas de Santa Teresa o Yare, quienes deben irse hasta Charallave para poder comprar en Bicentenario o Makro”.

Cabezas le hace un llamado al Ejecutivo nacional para que entregue los recursos que realmente requiere el Gobierno de Miranda, dando prioridad a los programas que son de asistencia social, como lo es Abuelos Miranda. Asegura que hay muchos adultos mayores que asisten a las casas porque su única alternativa de alimentación está allí, mientras que otro grupo de abuelos pueden comer en sus casas pero ahorran con esto dinero para poder invertirlo en medicinas y exámenes médicos.