Alfredo Ramos: “En Sucre no nos comemos el cuento de la Guerra Económica”


Cumaná, 22 de enero de 2015.- Tras el fantasma de una supuesta Guerra Económica, el gobierno venezolano pretende encubrir un modelo de estado que evidentemente fracasó. La ausencia de responsabilidad por parte de las autoridades venezolanas en las políticas económicas implementadas con el fin de sostener un sistema que no funciona se evidencia en la realidad del país, donde la única guerra que se ejecuta es la que ejerce el gobierno en contra del pueblo y sus necesidades.

En nuestro estado Sucre particularmente se manifiestan las consecuencias de la incapacidad de inversión y ahorro del Estado venezolano. Así, vemos como el gobierno controla toda la economía, desde la producción y distribución hasta la venta y consumo y sin embargo en ninguno de los establecimientos se consigue nada de productos, están llenos de anaqueles vacíos.

Darse una vuelta por el Bicentenario, Mercal o Pdval de nuestro estado es encontrarse con  nuestro pueblo sometido a interminables colas, sol y condiciones inhumanas. El gobierno no tiene excusas, pues estas redes de locales están manejadas por ellos mismos.

Por otro lado observamos como expropiaron cantidades de empresas a nivel nacional y hoy casi ninguna produce nada. Aquí en Sucre, gran parte de nuestra industria pesquera es controlada por el aparato estatal, un ejemplo de ello es Pescalba, una de las industrias más importantes en el sector pesquero, que el gobierno convirtió en una empresa mixta cubano-venezolana donde contratan pescadores cubanos, excluyendo a nuestros cumaneses de la posibilidad de insertarse a laborar ahí. Además, comprar un pescado resulta casi misión imposible para nuestro pueblo por los altos precios que implica, cuando debería ser lo contrario.

En nuestro país existen actualmente 1.700.000 jóvenes sin empleo y sin estudios. En nuestro estado Sucre, la mayoría de la población se ubica en la economía informal. Según estudios recientes un 28% de nuestros habitantes en la ciudad trabajan por cuenta propia, lo que significa que no están insertos en el mercado laboral, siendo esta lamentablemente la mayor parte de la población.

Es grave el problema de la ausencia de fuentes de empleo, nuestros cumaneses no encuentran en qué laborar y con eso aumenta la economía informal, las cifras de pobreza y se estimula la delincuencia y no existen programas que propicien el empleo a través de la meritocracia y aún así la culpa se la siguen echando a la supuesta “Guerra Económica”.

La actividad buhoneril en nuestro estado es altísima, las principales calles del centro de nuestra ciudad están inundadas de buhoneros en condiciones de suciedad, aglomerados en las aceras, es casi imposible el tránsito, situación que afecta a nuestros ciudadanos enormemente.

Los índices de pobreza de nuestro estado alcanzan los más altos niveles con respecto al resto de los estados venezolanos, destacamos con un 55.2 por ciento para el año 2013, y en pobreza extrema ocupamos el tercer lugar con un 20.2 por ciento.

Al mirar estas cifras y constatarlas con nuestra realidad nos encontramos con un Gobierno ineficiente, irresponsable e incapaz de gerenciar recursos adecuadamente, por eso en Sucre no nos creemos el cuento de la Guerra Económica, una situación inducida por el estado venezolano para justificar y evadir su falta de compromiso con nuestro pueblo, la corrupción, los males que derivan de ella, y el fracaso rotundo de su modelo.

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