Santa Bárbara, 29 de octubre de 2014.- Desde el inicio hasta el fin sólo hay un paisaje para observar en el sector Brisas del Aeropuerto II, del municipio Colón, en el estado Zulia. Son al menos 40 ranchos levantados con láminas de zinc y un rio de aguas negras que se erige entre carreteras intransitables. Las 50 familias esperan desde hace siete años la consolidación del asentamiento al que llaman, urbanización Hugo Chávez Frías, y que está conformada por 106 terrenos.

Juan Pablo Guanipa, coordinador de Primero Justicia (PJ) en el Zulia, manifestó que Brisas del Aeropuerto II, es producto del desespero de la gente de mejorar su calidad de vida y obtener una vivienda propia. “Esta comunidad nació como lo hacen la mayoría de los barrios en el país. La gente en su desespero monta su rancho con lo que sea, sin medir las consecuencias. Es inaceptable ver como en uno de los municipios más productivos del país existen familias en condiciones tan precarias. Indudablemente este Gobierno con sus malas medidas ha llevado a este municipio agropecuario a la debacle en todo sentido. En la medida que nos sigan hundiendo económicamente este tipo de ocupaciones sin planificación surgirán”.

Ana Morales, fundadora de la comunidad, manifestó que hace siete años llegó al terreno con la ilusión de que las cosas pudieran ser diferentes. Indicó que sólo la necesidad de un lugar donde no tuviera que vivir arrimada la llevó a tomar la decisión. “O era esto, o nada. Nunca imagine vivir así. Aquí no tenemos electricidad. Estamos pegados de los transformadores de Brisas del Aeropuerto I y ya no abastece suficiente energía para ambas comunidades. Aquí tenemos un transformador que por falta de dinero no hemos puesto a funcionar. Hemos entregado cartas a la Alcaldesa María Malpica para que nos ayude pero no tenemos respuesta. Nos visitó sólo una vez y no regresó más. Ella conoce bien nuestras necesidades pero nada que viene. Ni siquiera tenemos nomenclatura, ni consejo comunal”.

Por su parte Lisset Delgado, ama de casa y madre de tres hijos, aseguró que no poseen ningún servicio bajo tierra y que debido al mal estado de las vías de penetración, cuando llueve no pueden transitar las calles. “Aquí no hay cloacas y sólo algunas de las casas tienen pozos sépticos. Hay muchas enfermedades y malos olores porque las aguas negras se estancan en la entrada de nuestras casas. Cada vez que llueve y tengo que llevar a mis niños al colegio tengo que hacer un puentecito con lo que sea para poder pasar y salir con botas de cauchos. Exigimos a la Alcaldesa que nos ayude. Necesitamos buenos servicios, carreteras y las guayas para poner a funcionar nuestro transformador. Sólo necesitamos atención venga de donde venga. Lo único que nos importa en este momento es vivir mejor”.

Daniel Loaiza, coordinador de PJ en el municipio Colón, manifestó que además de los problemas en cuanto a servicios públicos, se suman los de inseguridad y la falta de alimentos. “El nivel de necesidad es muy grande en la zona y evidentemente las expropiaciones han llevado a nuestro municipio a la quiebra. Las colas son interminables en los establecimientos y además no se consigue nada que comer. Quienes sufren más son estas comunidades que día a día buscan recuperarse y que mientras no sean atendidos como es debido, no surgirán porque a este país cada día lo hunden más”.