Cabimas, 05 de septiembre de 2014.- ¿Qué si hubo sacudón? Si, si hubo sacudón pero para el bolsillo de los pobres. ¿Qué Maduro me explique cómo mando a la escuela a mi hijo cuando no gano lo suficiente para comprarle por lo menos los útiles?". 

Con molestia respondió la señora Ederys Nava, ama de casa y cabeza de familia,  residente del sector Valle Encantado de la parroquia San Benito al momento de ser consultada, cuando realizábamos nuestro acostumbrado Viernes Amarillo, en el Centro de Cabimas.

Recorrimos algunas librerías de la localidad para conversar con representantes acerca de la lista escolar, cuyo costo no baja de los 4 mil bolívares solo en útiles para un solo alumno.

Les preguntamos si para ellos era posible garantizarle la educación a sus hijos.

La señora Nava agregó que los pocos ingresos que percibe son producto de la venta de chucherías y cepillados, que ni siquiera se equiparan al salario mínimo y que, para colmo de males, su marido está desempleado desde hace más de 4 años.

"magínense, vine a comprar una caja de creyones de apenas doce colores de la más baratica y me encuentro con que sobrepasa los 200 bolívares, los libros, el más baratico cuesta 215 bolívares. Esto no lo aguanta nadie Dios mío!", se quejó con preocupación.

Agregó que ¨todo se ha puesto muy caro, mucho más de enero para acá, amén de que no se consigue nada, ni comida, ni medicinas y que ¨para rematar¨ ahora salen con que aumentaron los productos de cuidado personal, eso sin contar las ¨malayas¨ colas para medio conseguir algo.

Otra de las consultadas fue la señora Lucy González, quien reside en el sector R10 de la parroquia Jorge Hernández.

La señora González refirió que ha recorrido varios almacenes para ver precios y comprar la indumentaria a sus cuatro hijos.

Con respecto al uniforme y al calzado dijo: ¨Yo le he dicho a mis hijo que cuiden los pantalones, faldas, camisas y zapatos; cada uno tiene 3 pares de cada uno, viejitos pero que todavía aguantan un tiempito, porque mijo, decime vos, cómo le compro más ropa, si las chemises están por encima de los 500 bolívares, la ropa de educación física ni se diga, pasa los mil bolívares y las botas, eso da ganas de llorar, porque ya ni en el Callejón de los Pobres de Maracaibo se consigue nada barato¨.

También pulsamos la opinión del dueño de una librería quien pidió fuese reservada su identidad. El comerciante indicó que hay escasez de útiles escolares y que según sus cálculos, ronda un 40%.

"No he podido surtir mi negocio, pedí varías pacas de cuadernos y solo me suministraron una porque no hay. En cuanto a precios, he podido mantenerlos porque por la existencia que tenía, pero ya pronto se agotará y no sé cómo haré para reponer y vender más mercancía".

Los casos anteriores se repiten en todos y cada rincón de Venezuela, en cada barrio, en cada sector, ante la mirada indiferente de un Gobierno indolente que solo piensa en enriquecerse a costa del sacrificio del pueblo.

Para revertir esa situación, la tolda aurinegra ha propuesto el trabajo de base para unir al pueblo, en función de cambiar la Asamblea Nacional por una que esté fuera del alcance del brazo dictador del Gobierno.

Una Asamblea que sea capaz de interpelar a cualquier funcionario del Gobierno sea cual sea su envergadura y aplicar las sanciones necesarias que requiera cada caso, aún más cuando se vulnere el derecho del venezolano a vivir dignamente.