Maracaibo, 02 de septiembre de 2014.- Siete años hacen desde que un grupo de personas empezaran a ocupar un terreno en la parroquia Luis Hurtado Higuera, vía el aeropuerto. Su amplitud confirmaría la esperanza de las 230 familias que buscaban un espacio allí, pero su aridez les alertaba que no sería fácil surgir y así fue para quienes ahora constituyen el barrio 16 de noviembre. Hasta ahora lo único que han logrado es la tranquilidad de que pueden ocupar el terreno, puesto que ningún tribunal los ha mandado a desalojar, pero como comunidad no tienen ningún servicio público.

“Las cosas están igualitas desde que vinimos hace seis años. No hay electrificación, mucho menos gas, agua o cloacas por tubería. El aseo no pasa por falta la falta de vialidad y la inseguridad reina en el sector producto de su aislamiento de la ciudad. Este barrio es tierra de nadie. No hay transporte público y ni pensar en un preescolar, un CDI o una cancha para los chamos. Es difícil vivir prácticamente en la nada, pero es mucho peor que hayan pasado siete años y que ningún organismo haya intervenido para que su situación cambie”, sentenció Juan Pablo Guanipa, coordinador de Primero Justicia Zulia, durante su visita al lugar.

El justiciero afirmó que algunos de los servicios necesarios para cualquier comunidad les han sido negados al barrio 16 de noviembre. “Según los vecinos el agua por tubería no podrá instarse porque no existe factibilidad. O sea, que no podrán instalársela hasta que quizá hagan una inversión cuantiosa que permita dale agua al barrio, sin perjudicar a otras comunidades. El hecho de que esta gente viva aquí sin que nadie haga nada por ellos es la muestra de que al gobierno no le interesan los problemas del pueblo, sino que por el contrario, prefiere que las cosas se queden así”.

Jhony Chourio, líder comunitario, informó que a pesar de tener constituido el consejo comunal no han recibido recursos a través de él. “Conseguimos jornadas de mercal y de salud, pero en materia de vivienda y de servicios públicos no hemos conseguido nada. Hemos metido cartas en la Gobernación y en la Alcaldía y nada que nos ayudan. La Gobernación trajo un asfaltado de reciclaje porque nos inundamos cuando llueve, pero esos pañitos de agua tibia. No soluciona nuestros verdaderos problemas. Aquí la delincuencia avanza. Ya hasta se están levantando temprano y atracan a la gente a las 6.00 de la mañana. Realmente necesitamos ayuda porque criar a nuestros hijos en esta situación es un desastre”.