Trujillo, 22 de agosto de 2014.- La grave crisis social, económica, moral y ética que vive el país es responsabilidad de casi 16 años de improvisación y desidia del régimen y que se han agudizado y profundizado en estos 9 meses de gestión de Nicolás Maduro, quien por falta de liderazgo mantiene a Venezuela sin rumbo a la espera que se tomen las decisiones que puedan enfrentar de raíz los graves problemas que padecemos. En su desespero el Gobierno  en su doble discurso monta un nuevo show mediático con los Ministros poniendo su cargo a la orden de Maduro para realizar el tan cacareado sacudón que terminará siendo más de lo mismo. Estas son las palabras de Francisco Montilla, coordinador de organización regional d Primero Justicia, en respuesta al vicepresidente de la República, Jorge Arreaza.

Mientras tanto – recuerda el dirigente justiciero - el Paquetazo Rojo en cámara lenta continua golpeando el estómago de los venezolanos con aumentos en la electricidad, el transporte público, los alimentos y el supuesto debate sobre el aumento de la gasolina, en lugar de rendir cuentas sobre el destino de millones de millones de dólares de la mayor bonanza petrolera de nuestra historia,  derrochada irresponsablemente por la cúpula tanto del régimen gubernamental como del Partido Socialista de Venezzuela (PSUV), regalando nuestra riqueza a los hermanos Castro, dictadores de Cuba;  Nicaragua, Bolivia, e hipotecándonos  con China, Rusia, entre otros.

Ante un Gobierno que insiste en hacer lo que le da la gana – puntualizó Montilla - se nos presenta la extraordinaria oportunidad el año que viene de lograr un cambio en la Asamblea Nacional para que sea independiente y se dedique a su función contralora que es uno de sus roles esenciales. Si todos los que consideramos negativa la situación actual logramos una mayoría contundente en la nueva Asamblea Nacional el Gobierno tendrá que rendir cuentas a todos los venezolanos y debatir como enfrentar esta grave crisis económica, social y política, donde es fundamental rescatar la institucionalidad democrática, lo cual pasa por la separación e independencia de los poderes públicos, de allí el reto de las elecciones parlamentarias del 2015.