Caracas, 01 de agosto de 2014.- "El mejor homenaje que le podemos hacer a Ramón Guillermo Aveledo es preservar la Unidad", señaló ayer el diputado Julio Borges, coordinador nacional de Primero Justicia, quien rechazó "la campaña inclemente" contra el Secretario Ejecutivo dimitente. Hizo un llamado a los factores vinculados a "La Salida" para que mediten sus consecuencias.
"Tenemos que ver lo que significa que se haya descabezado la MUD y el salto negativo de María Corina Machado sin fuero y Leopoldo López en la cárcel. A la gente se le vendió una expectativa que se desinfló".
-¿Qué expectativas tiene con el futuro de la Unidad?
-Llegó el momento de hacer corte de cuentas en un proceso que nos ha hecho daño. El terremoto derrumbó a la oposición y no al Gobierno y precisamente la lucha de principios que mantenemos con el oficialismo es porque construye a punta de destruir. Hasta diciembre de 2013 tuvimos dos años con cinco elecciones y la Mesa, como plataforma electoral, cumplió una labor formidable. En 2014, cuando no hay elecciones, se ponía en juego ver si la Mesa podía ser también una plataforma no electoral. Eso es lo que se debe dirimir.
-¿Cuál posición llevará a la próxima reunión de la Mesa?
-Todavía no está claro cuándo será. A esta hora lo que se abrió es un proceso de consulta permanente entre los partidos. Nuestra posición es la misma de siempre: el fortalecimiento de la unidad. Ya debe quedar establecido que toda persona o grupo que unilateralmente destruya la Unidad debería quedar fuera de ella.
-¿Se autoexcluyen?
-Se autoexcluyen. Los actos tienen que tener consecuencias. El daño producido nacional e internacionalmente a la Unidad no puede pasar sin consecuencias. Nosotros pretendemos nada más y nada menos que unir al país y si entre nosotros no podemos, con qué pretensión vamos a decirlo. Hay que ser coherentes. La Unidad ha sufrido un proceso autodestructivo injusto cuando deberíamos sentirnos orgullosos, por ejemplo, de las primarias de 2012. Por el PSUV no fue a votar nadie y nosotros logramos unas primarias con más de 3 millones de personas. En las parlamentarias de 2010 logramos alianzas perfectas y afrontamos dos elecciones presidenciales con campañas extraordinarias. Mejoremos lo que haya que mejorar sin destruirlo todo, que es lo que uno siente que buscan agendas con el germen de la antipolítica.
-Cabría una autocrítica, la mayoría de la Mesa no defendió con firmeza públicamente esos logros que cita.
-En estos casos la historia importa. Tras las elecciones del 8D pasamos diciembre en reuniones largas tratando de construir entre todos lo que venía. Pero antes tuvimos que discutir el remitido del 6D (de Voluntad Popular y María Corina Machado) sobre la constituyente y a causa de eso hubo un pacto de no hacer ni decir nada hasta que estuviéramos todos de acuerdo. En enero surgió la iniciativa de "La Salida", que antes, durante y después criticamos. El momento de esa agenda unilateral y extemporánea ya pasó, lo que hay que evaluar es si hay o no compromiso real con las reglas de juego, porque la Unidad no está dividida sino que la dividieron.
-¿Resultó más costoso no haber hecho el deslinde cuando la plantearon algunos miembros de la Mesa?
-Fue un debate muy grande si se daba o no el deslinde y prevaleció en la mayoría que se tuviera paciencia y ver en qué terminaba "La Salida". Lamentablemente eso cayó en el museo de cosas que han fracasado.
-El pago del costo político se promedió entre todos.
-Así es. Nuestro reto como líderes es hacer entender que los caminos que parecen cortos son los más largos y viceversa, si no será una guerra permanente contra el inmediatismo. Veamos todos los caminos "cortos": plaza Altamira, paro indefinido, retiro parlamentario, abril. El resultado neto de ese museo del retroceso ha sido que nos ha divorciado cada vez más del pueblo. Si vemos los documentos de la Mesa de este año y del 23 de enero de 2013, la Mesa tenía una visión amplia, equivalente a decir: tanto diálogo como sea posible y tanta protesta social como sea necesaria. La Mesa siempre ha planteado una política de reivindicación de la protesta ciudadana y al mismo tiempo una política de diálogo. ¿Cuál fue el error final?, que ante una crisis económica real el deber nuestro era traducir eso en una crisis social para que la gente sintiera la necesidad de un cambio político -vía diálogo o alguna iniciativa constitucional- pero se inauguró el año con una crisis política unilateral.
-¿Si se terminara de producir un deslinde entre las dos corrientes eso impediría acuerdos parlamentarios comunes para el 2015?
--En diciembre la posición de PJ era que, sin dividir a la Mesa, los que creyeran en la constituyente salieran a recoger sus firmas. Ese camino es más largo que las elecciones parlamentarias. La constituyente puede ser una política de un grupo pero acordada dentro de la Mesa, no rompiendo con la Mesa. Si María Corina (Machado) cree en ese llamado congreso ciudadano, pues que lo desarrolle, pero tiene que haber una política común que avance en temas como diálogo, eventos electorales, DDHH, reivindicaciones sociales. Ahora, si el interés es romper por romper, entonces ahí no hay ánimo de construir unidad.
-Los que abogan por el congreso ciudadano dicen que hay que abrir espacio en la Mesa a las ONG. En 2010 el sector educativo organizado dio su debate y presentó su candidato a las parlamentarias dentro de la Unidad sin ser parte de la MUD. ¿Se puede reeditar ese método?
-Absolutamente, esas vías son infinitas. La Mesa tiene comisiones con organizaciones sociales. Las posiciones públicas y planes de Gobierno, todo eso está en los documentos de la Mesa y espera ser ejecutado. Ese divorcio con la sociedad del que hablan no es real.