Maracaibo, 12 de junio 2014.- Un embaulamiento que en vez de ayudar, empeoró. Así catalogan los trabajos realizados en la cañada El Ahogado, sector La Cotorrera en la parroquia Olegario Villalobos de Maracaibo. Sus vecinos aseguran que no hay empresa que haya podido solucionar el bote de aguas negras que va hacia la cañada desde hace ocho años.

Douglas García, comerciante que tiene más de 30 años viviendo en el lugar, aseguró que el problema radica en que las empresas que ejecutaron la obra no se pusieron de acuerdo. “Para poder embaular la cañada tenían que darnos servicios públicos y entre esos estaban las cloacas. Bueno, como la Alcaldía y la Gobernación, cuando estaban Di Martino y Manuel Rosales, se dividieron el trabajo; una empresa hizo una cosa y la otra empresa hizo otra”.

Destacó que desde la avenida El Milagros hasta el inicio de la comunidad, la empresa contratada por la Alcaldía utilizó tubos angostos y que de la comunidad hasta terminado el embaulado, la empresa de la Gobernación usó tubos más gruesos, que según comentó es lo adecuado de acurdo de la cantidad de familias del lugar. “Donde están los tubos gruesos está pegado titirimundi y cuando las aguas bajan no hayan que hacer en tubos tan delgados y además sin declive. Por eso se desbordan las aguas negras” aseguró García.

Gilberto Morales, constructor con 27 años en la comunidad, detalló que varios de los hombres del barrio se acercaron a los responsables de las obras y les advirtieron que las tuberías no darían abasto. “Les dijimos: esos tubos son muy finitos para las familias de aquí, pero no nos pararon. Quizá por la economía compraron esos, pero ahora el problema quienes lo tienen somos nosotros, porque ese trabajo lo hicieron hace 10 años y no duró ni dos años funcionando. Hace ocho años explotó y 12 casas tuvimos que sacar nuestras tuberías y llevarlas directamente a la cañada”.

Juan Pablo Guanipa, coordinador de Primero Justicia Zulia, manifestó que es triste ver como una comunidad en vez de ser beneficiada, se ve perjudicada con una obra. “Si una obra se presupuesta, se ejecuta y se mantiene, es para que traiga calidad de vida. Los vecinos deben sentirse involucrados y tomados en cuenta a la hora de hacer una obra en su comunidad porque son ellos los que tienen toda la experiencia sobre lo que ocurre y cómo ocurre en su sector. Muchas empresas desestiman la información que los vecinos pueden aportar y muchas veces se equivocan, como es el caso de la cañada El Ahogado”.

Bertha Mejía, ama de casa con 25 años viviendo en el sector, denunció que desde que iniciaron los trabajos hace 10 años, se quedaron sin gas y poco a poco fue mermando el servicio del agua. “No nos llega el gas, ni el agua. Tenemos que resolver comprando bombonas y pipas de agua. Nosotros pagamos Hidrolago y no tenemos agua potable, ni cloacas. La recolección de basura es otro servicio que no sirve. El camión no se mete para acá y tenemos que estar pagando para que se lleven las bolsas”.

José Guillén, obrero con 60 años viviendo en el sector aseguró que el problema de las cloacas y la cañada ha sido desde siempre. “Yo nací aquí y no he visto que la cosa haya mejorado. Al contrario, ha empeorado a raíz que más familias se suman a la comunidad y los organismos no hacen nada para brindarnos mejores servicios. A eso se le suma la inseguridad. Ya no respetan las caras de la gente, no respetan las canas de uno. Vienen muchachitos en motos y muchas veces con pistolas de juguetes a quitarnos lo poco que uno consigue en la calle. Esto no puede seguir así. Tienen que llegar alguien que agarre el toro por los cachos y ponga orden en esta ciudad, en el estado y en el país”.