Maracaibo, 20 de marzo de 2014.-  “¿Cuando un dialogo es obligado?: Cuando los que dicen querer paz no quieren escucharnos. Eso es lo que nos ofrece la Gobernación. Siempre se basa en que dejemos la protesta, pero nosotros tenemos muchas razones para protestar y para tomar las calles. Nuestro país está mal y que nosotros dejemos de protestar no va a mejorar nuestra situación. Al contrario, si ya va más de un mes y el Gobierno responde con represión es porque no quiere que mejoremos, por eso hay que seguir en la calle".

Los estudiantes están claros. Los habitantes de las Torres del Saladillo en la avenida Padilla de Maracaibo, también. Aseguraron, en la voz de Eliannys Cohen, estudiante y habitante del lugar; que luego de ver toda la represión y las agresiones desmedidas para disolver las protestas, la única acción posible es protestar.

Juan Pablo Guanipa, coordinado de Primero Justicia Zulia, visitó las residencias conformadas por cuatro torres de apartamentos que albergan 216 familias cada una, para conversar con sus vecinos. Constató que la estructura fue afectada violentamente por personas que lanzaron piedras, bombas lacrimógenas, perdigones e incluso disparos.

“Creo que el Gobierno estimula la violencia y la confrontación. La busca desesperadamente. Sus decisiones nos invitan a responder pasionalmente y no racionalmente. Creo que no debemos caer en provocaciones. Lo que sí debemos asumir son los mecanismos de No-Violencia para seguir exigiendo que desaparezca el desabastecimiento, la escasez, la corrupción, la subordinación política en las instituciones, entre otros problemas que han conducido a la crisis económica, social y política que vivimos”.

Aseguró que, a su juicio, la represión brutal del Gobierno a las manifestaciones, pacíficas o descarriadas, constituyen un acto de primitivismo que refleja el talante dictatorial de quienes gobiernan. “Estoy convencido de contrarrestar piedras con balas certeras es un abuso de poder que viola todos los derechos humanos; eso merece el repudio de todos los venezolanos y del mundo. Creo que la protesta pacífica debe seguir, cada vez más contundente, masiva, como único mecanismo de presión para que el Gobierno asuma sus errores y rectifique”.

Opiniones

Hernán Bermúdez, estudiante de Urbe y vecino de Las Torres, aseguró que el llamado es la calle, hasta que este Gobierno rectifique. “Pase lo que pase, vamos a protestar de manera pacífica, pero sabemos que no importa de qué manera manifestemos, los oficiales van a venir a arremeter contra nosotros. Así fue desde el inicio, no habíamos puesto ni una maderita en la calle y ya ellos querían venir a sacarnos de nuestra lucha presionándonos y amenazándonos con mandarnos presos”.  

Ricardo Esis, estudiantes de la Uner y vecino de las Torres, contó que los actos de violencia que ocurrieron recientemente en la avenida Padilla fueron producto de un malentendido aprovechado por los grupos armados o “colectivos del Gobierno”. “Se mezclaron con algunos buhoneros y aprovecharon la confusión para ponernos a pelear pueblo contra pueblo. Luego llegó la represión de los cuerpos de seguridad, pero si no fuera por los estudiantes y la defensa que hicimos esos días aquí hubiese habido matanza”.

Destacó que dentro de las propuestas de la Gobernación está asignar policías que resguarden las torres porque, según ellos, fueron los buhoneros los que nos agredieron. “Nosotros no estamos de acuerdo con eso. El buhonero que está al rededor vive aquí y no es lógico que ellos mismos hayan quemado las cabinas eléctricas para que todos nos quedáramos sin luz. Son ocho policías de los cuales algunos viven aquí y fueron los mismos que nos agredieron en la confusión. ¿Cómo ahora podemos confiar en ellos? Los del oficialismo vinieron a hacer un show. Le dieron un cheque al condominio para que reparara los daños que ellos mismos con sus bombas, perdigones y disparos ocasionaron. Esta no es la Venezuela que queremos”.

Graciela Bernal, vecina con 12 años viviendo en las Torres, denunció que sus vecinos oficialistas señalan con las autoridades a los que han manifestado, “como si fuera un delito protestar y exigir mejoras en el Gobierno”.

“Nos dicen que nos tienen en una lista y que luego que termine esto nos van a buscar para meternos presos. Nos amedrentan, nos llaman para amenazarnos y para catalogarnos como paramilitares. Pero si están presos los alcaldes de San Diego y San Cristóbal, que podemos esperar para nosotros”.

Los vecinos aseguraron que El Saladillo sigue activo y en la lucha. “Ni con represión ni con balas, ni con tanques van a hacer que nos quedemos tranquilos. Hay mucha gente con miedo a que le hagan daño, pero habemos muchos más que tenemos miedo a vivir en una Venezuela donde no haya libertad y democracia”.