Caracas, 31 de diciembre de 2014.- Cuando se trata de recibir el año en familia, no hay tropiezo, contratiempo o retraso que lo impida. Así lo manifestaron los viajeros de última hora que decidieron tomar sus bolsos y maletas para lidiar contra las colas y la incertidumbre ocasionada por la poca oferta de transporte superficial en las terminales de la ciudad.
Una experiencia que a más de 17 pasajeros de la Terminal de Oriente, en el municipio Sucre, les costó horas de sueño. Muchos representantes de cada familia debieron pernoctar en el sitio desde el lunes, para comprar boletos con destino Maturín o Punta de Mata, en el estado Monagas.
Fue el caso de Luis José Suárez y César Pereira, quienes permanecieron por más de 15 horas a un costado de la taquilla del Sistema Integral de Transporte Superficial (Sitssa) para asegurarse un puesto en una de las dos unidades que habilitó ayer el servicio estatal para cubrir esa ruta hacia el oriente del país. "La gente está desesperada. Todos nos queremos ir, pero debemos esperar porque hay pocos puestos", relató el usuario mientras explicaba que era la única alternativa que le quedaba para poder compartir con su familia en Año Nuevo.
A pesar de la falta de información y la confusión que dominaba a los usuarios del Terminal de Oriente, el pasajero Federico Rivero apuntaba en una lista, con más de 60 nombres, a las personas que se dirigía a las ciudades de San Félix o Puerto Ordaz, en Bolívar; y otros con destino Anaco y El Tigre, en Anzoátegui.
"No sabemos si llegarán autobuses para esos destinos", comentó en horas del mediodía. En la líneas privadas aguardaban pocos usuarios a la espera de los últimos autobuses con destino Cumaná, Carúpano y Puerto La Cruz.
En La Bandera, las ciudades más cercanas como Maracay, Valencia y, otras un tanto más apartadas de Caracas, como Yaracuy y Barquisimeto, eran los destinos con mayor demanda al cierre de año.
Las taquillas de las líneas Expresos del Sur y Bayavamarca permanecieron repletas de personas que intentaban comprar pasajes, pasadas las 2:00 de la tarde, mientras en la caseta de Sitssa otros usuarios hacían lo propio para viajar hasta Guanare y algunos destinos en los llanos del país.
Los elevados precios y la especulación de los llamados piratas signaron la oferta en la calle y los pasillos de La Bandera, a donde los conductores y trabajadores informales vociferaban los diversos destinos de la geografía nacional, con un costo que quintuplicaba, en muchos casos, las tarifas internas de la terminal. "Me estaban cobrando 500 bolívares hasta Valencia, cuando ordinariamente pago hasta 150. Los piratas son los mismos transportistas del terminal. Ellos prefieren salir a la calle para cobrar más", denunció Ana Valera. En el patio central, los pasajeros con rutas cortas, improvisaban colas para ir a Caucagua. Y escasos autobuses cubrían rutas como Mérida.
Para el occidente del país, lo cual incluía destinos como Maracaibo, Trujillo y Táchira los informales cobraban desde 2 mil por persona hasta 10 mil bolívares un servicio particular.
A propósito de la temporada, el presidente del Instituto Nacional de Transporte Terrestre, Carlos Rodríguez Rabán, precisó que 594 mil pasajeros se han movilizado por La Bandera a través de 17 mil 900 unidades, desde el 1 de diciembre. Mientras que desde Expresos de Occidente, en el oeste, lo han hecho 24 mil 176 usuarios.
Rabán además señaló que hasta la fecha, por vía terrestre se han desplazado 10 millones 179 mil 940 personas por el territorio nacional.