Cumaná, 28 de septiembre de 2016.- Comenzó el año escolar 2016 – 2017 y con él se acentúa una situación dramática que está experimentando la mayoría de los venezolanos: no hay comida producto de la escasez y el desabastecimiento que se han hecho crónicos, y tampoco hay dinero para pagar los precios exorbitantes de lo poco que se consigue, ante lo cual la diputada a la Asamblea Nacional por el estado Sucre Milagros Paz, preguntó a quienes hoy ostentan el poder “¿Cómo rinde en clases un niño que está muerto de hambre, desnutrido?”.
Y es que el regreso a clases en los planteles de Sucre fue “flojo”. De acuerdo con lo dicho por la parlamentaria, maestros que imparten clases en escuelas nacionales, regionales y municipales, le revelaron que el ausentismo es consecuencia del hambre. “Los padres y/o representantes no pueden garantizar la alimentación de sus hijos porque no se consigue la comida o porque lo que ganan es tan poco que apenas les alcanza para cubrir la principal necesidad humana: comer para vivir”, dijo la también coordinadora regional de Primero Justicia Sucre.
El salario mínimo integral vigente a partir del 1º de septiembre es de Bs.65.056 (Bs.22.576 salario mínimo + Bs.42.480 ticket de alimentación), mientras que la Canasta Alimentaria Familiar correspondiente a agosto de 2016 se estableció en Bs. 383.925, según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros. Esta cifra representa un incremento de Bs. 20.058 con respecto al mes de julio de este año (5,5%) y un aumento de 658,4% entre agosto 2015 y agosto 2016. Se requieren 18 salarios mínimos para adquirir la canasta para una familia de cinco miembros.
Ante esta terrible realidad, Milagros Paz llamó a Nicolás Maduro en su calidad de Presidente de la República, a Luis Acuña como gobernador del estado Sucre y a David Velásquez como alcalde de Cumaná, para que “en vez de quedarse de brazos cruzados, cantando María Moñitos en cadena nacional, o viendo cómo los administradores del Clap hacen guisos con la distribución de las bolsas de comida y los uniformes escolares, se preocupen alguna vez en sus vidas y atiendan a una población que está muriendo de mengua”.
Paz recordó que la Asamblea Nacional está en período de consulta de la Ley de Garantía de Alimentación Escolar que busca: 1. Garantizar al menos una comida completa, balanceada, diaria para todos los niños del sistema de educación oficial, autónomo y subsidiado y así contribuir a su ingreso, permanencia y rendimiento; 2. Destinar al menos 2% del presupuesto nacional para el Programa de Alimentación Escolar (PAE); 3. Generar fuentes de empleo en las comunidades, toda vez que plantea que los padres y/o representantes de los niños se encarguen del sistema.
En Venezuela, 2 de cada 10 niños en edad escolar está presentando problemas de talla y peso por mala alimentación y el actual PAE destina menos de Bs.15 diarios por niño. “Hay una crisis alimentaria que este gobierno no quiere reconocer. Vemos casos de recién nacidos muriendo en los retenes de los hospitales públicos porque nacen bajos de peso, de madres desnutridas o malnutridas, sin defensas para resistir infección alguna. A esto se suma un colapso absoluto del sistema de salud que no es capaz de garantizar los medicamentos necesarios para atender estas emergencias”. Pero también se han denunciado casos de niños que mueren por efecto de la desnutrición. Hace una semana, un niño de tres años sucumbió en un centro asistencial del estado Zulia pesando tan solo cuatro kilos.
La pobreza extrema en la que vive un porcentaje importante de la población venezolana, ha llevado a niños, niñas, adolescentes, hombres, mujeres y ancianos a rebuscarse el alimento en los basureros y rellenos sanitarios. “Los adultos tampoco pueden rendir en sus actividades si no están alimentados, si comen una vez al día o si se privan de hacerlo para favorecer a los más pequeños”. La diputada Milagros Paz solicitará la interpelación en la AN del Ministro de Educación Rodulfo Pérez, para que informe qué está ocurriendo con el PAE. “Ellos dicen que están atendiendo a una población estudiantil de 4 millones de niños y niñas, pero la realidad dista mucho de esa cifra”.
Puso como ejemplo de lo que se debe hacer, las escuelas del estado Miranda que abrieron sus puertas en el mes de agosto para garantizar por lo menos una comida balanceada y completa a los niños, niñas y adolescentes en edad escolar. “La alimentación de nuestros niños no puede tratarse como un problema político. Si eres rojo rojito te envío recursos, si eres opositor de estrangulo para que cambies de opinión. Por eso tenemos que revocar este mismo año a Nicolás Maduro y a su modelo de hambre y miseria”, concluyó.