Caracas, 23 de marzo de 2015.- Sigue creyendo en el cambio aunque en este momento no es candidato a nada. Habla de su trabajo diario en las comunidades como una contribución para generar conciencia y hacer entender a los venezolanos que la unión es lo esencial. Rechaza las propuestas fáciles para salir de la crisis, aunque afirma que la coyuntura actual es vital para generar cambios. Para el gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski, la violencia no es una opción para buscar un cambio de gobierno.
Tras una asamblea vecinal en la humilde comunidad de Terrazas de la Esperanza, en Los Teques, el doblemente excandidato presidencial atendió al equipo del Diario 2001 en la sala de una vivienda del sector. “Ya nos vamos”, le decía a la dueña del humilde, pero bien acicalado hogar.
-Usted sigue siendo criticado por sus posturas tanto por el Gobierno, como por la oposición. La gente asoma que como tiene la Gobernación de Miranda, está dispuesto a que Nicolás Maduro siga en la Presidencia hasta 2019. ¿Qué hay de cierto en eso?
-Yo le evité a este país un escenario de guerra civil en las elecciones, porque yo sabía lo que venía y no soy ningún iluminado. He visto todo lo que se ha querido hacer con eso y es muy parecido al Gobierno que siempre anda buscando a quien echarle la culpa. Hay sectores en la oposición que siempre andan buscando lo fácil y esto no es fácil. Esto ha sido un proceso largo, arraigado. Esto es un trabajo de hormiga. ¿Dónde ha habido declaración mía, algún comentario mío de que haya que esperar hasta el 2019? Yo creo que ningún venezolano está pensando en 2019. Están ocupados en resolver su día a día por el drama de este país. Si esa fuera mi posición lo que más me convendría es un cambio del gobierno porque las trabas que yo tengo me hacen bien cuesta arriba resolver tantos problemas en este estado.
-Usted llama a la unión de las comunidades, pero para eso la oposición debe estar unida. ¿Cómo está la unidad?
-Yo no siento que para que la unión se pueda lograr los políticos tengan que estar unidos. Eso me parece una cosa elitesca, desconectada de la realidad. Es como que una cúpula tenga que estar unida. La unión se hace de abajo hacia arriba, si no hay la madurez y capacidad de la dirigencia para entenderse. La idea es que la presión del pueblo sea tan grande para unir a la dirigencia, que no le quedará más remedio que unirse o claudicar. Lo peor es la cúpula unida y un pueblo abajo desunido, así no le veo ningún futuro.
-La Salida generó la desunión de la oposición. Usted no estaba muy de acuerdo con esto. ¿Cuál es el balance?
-No es que no estaba muy de acuerdo, yo no estaba de acuerdo con eso. Ya el momento para debatir y hacer un análisis de eso pasó. Creo que ahí está a la vista el resultado. No hay que seguir cometiendo errores, hay una oportunidad estelar para que eso que está sintiendo el país pueda expresarse y traducirse en cambios. Es por eso que yo creo en la construcción de una mayoría de abajo hacia arriba. No es la unión de la oposición es la de todos los que creyeron en un proyecto, los desilusionados, los que nunca creyeron. Entonces, yo he visto propuestas excluyentes que, para mí, lo único que veo es un cambio de rostro. Hay gente que creyó en el chavismo que le preocupa la persecución si hay un cambio en el país. Venezuela no necesita venganza, necesita que se haga justicia. Que todo funcione.
-¿Por qué ustedes venden las Parlamentarias como la posibilidad de un cambio del país si ya los poderes públicos están electos?
-Uno de los problemas que tuvo la oposición es que tenía todo puesto en un solo tablero. Pareciera que si son las Parlamentarias aquí no se puede hacer más nada sino las Parlamentarias. No, tú tienes que jugar en distintos tableros. Esos poderes son transitorios, fueron elegidos violentando la Constitución y si se violentó son autoridades provisionales hasta que la nueva Asamblea Nacional, cumpliendo con lo que establece la Constitución, designe unos nuevos. ¿Quién aprueba el presupuesto de Miranda? El Consejo Legislativo aprueba sobre la base de una asignación que nos da el presupuesto nacional que es el situado constitucional. El Gobierno lo hace, lo aprueba la AN. Si esta y otras comunidades quieren soluciones a sus problemas ahí tienen un cable con el Parlamento, representado en sus diputados. Miranda tiene que darle dinero de su presupuesto a la Alcaldía Metropolitana. Eso fue una ley que se creó en la AN para quitarle dinero a los mirandinos. ¿Ves? Sí hay un cable directo entre los problemas del país y la elección de una nueva Asamblea.