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Maracaibo, 21 de octubre de 2014.- Para los habitantes del barrio Carmen Hernández en la parroquia Francisco Eugenio Bustamante de Maracaibo no es tarea fácil ingresar a sus hogares. Cuatro cuadras intransitables, que al llover se convierten en un río que se lleva todo a su paso, separan sus ranchos de la avenida principal hacia La Concepción. Claman por gas, cloacas, aceras, brocales, asfaltado, alumbrado y transporte público.
Juan Pablo Guanipa, coordinador de Primero Justicia en el Zulia, en su visita al lugar, manifestó que en el barrio es necesario hacer un programa de vivienda, porque habitan entre cuatro latas y láminas de zinc. “Así como muchas comunidades del oeste de la ciudad, aquí hay mucha necesidad. Hay muchos ranchos y lo ideal es cambiarlos por viviendas dignas. Ya cuentan con nomenclatura. Lo único que les hace falta es una mayor organización vecinal y la voluntad de los entes gubernamentales de echarle una manito porque en estos momentos viven aislados y sin servicios públicos”.
Por su parte, Iris Patiño, habitante del barrio desde hace 17 años, manifestó que no cuentan con aceras, cloacas, asfaltado ni gas. “Cuando llueve tenemos que salir en canoas porque tarda días en bajar el nivel del agua. Hay casas en las que escampa primero afuera que adentro y en ocasiones hasta hemos perdido nuestros corotos. Para cocinar utilizamos leña porque no hay gas y si vamos a buscar bombona tenemos que hacer un maratón para conseguirla. Nosotros sabíamos que antes estábamos mal, pero ahora estamos mucho peor”.
Resaltó que en los 20 años de fundada que tiene la comunidad el único avance ha sido el servicio de electricidad y agua. “Aquí el consejo comunal no funciona, nunca hemos tenido un beneficio. La mayoría de nosotros está inconforme con ellos porque no gestionan nada para hacer crecer la comunidad. Las aguas negras nos consumen, tenemos pozos sépticos y pagar 700 bolívares para achicarlo es muy difícil porque el dinero no nos alcanza ni para comer”.
Yeisneiri González, ama de casa, expresó ser víctima del hampa consecuente de la distancia que debe recorrer para llegar a su casa desde donde la deja el transporte público. “Para llegar aquí, debemos agarrar tres carritos, la limpia, la curva y el de la concepción. Para entrar al barrio tenemos que caminar kilómetros porque no hay carro que pase por aquí y al caer la tarde, el que vaya caminando lo atracan. Una vez venía de pasar todo un día haciendo cola para comprar comida y cuando entré al barrio me quitaron hasta las bolsas”.
González hizo un llamado a la Alcaldesa y al Gobernador del estado a que se acerquen al barrio. “Le pedimos a la Eveling y a Arias que pasen por aquí, necesitamos de su ayuda. Recuerden que existimos y que muchos de sus votos salieron de aquí. Al consejo comunal le pido que se organicen para que no perdamos la oportunidad que nos da el gobierno de tener diferentes beneficios. Y que cuando esos beneficios lleguen nos informen. Queremos mejor calidad de vida”.
Por su parte, Yindri Añez, madre de familia manifestó que su exigencia es por regalarle bienestar y alegría a la comunidad. “Necesitamos colegios, canchas y comedores que es lo principal para un barrio. Queremos bienestar para nuestros hijos, aquí no tienen donde distraerse y con tantas enfermedades a las que estamos expuestos por el desborde de aguas negras, tienen que vivir encerrados. En vez de mejorar vamos para atrás como el cangrejo. No hay ambulatorios ni centros médicos cerca en los que podamos vacunar a los niños”.