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Maracaibo, 14 de octubre de 2014.- La calle 126 del barrio Las Pinos sector B, por primera vez desde su fundación hace 34 años, tiene aspecto de zona de guerra. Un inmenso cráter se comió la calle y amenaza la vida de los integrantes de cuatro familias del lugar. El paso vehicular se interrumpió y el peatonal es a riesgo de cada habitante. Vecinos explican que la grave erosión es producto de una pequeña zanja que dejó Hidrolago en el lugar luego de intervenir una tubería.
Juan Pablo Guanipa, coordinador de Primero Justicia en el Zulia, durante su visita al lugar, denunció que “ese tipo de situaciones son la muestra perfecta para afirmar que Hidrolago no está en capacidad de atender las necesidades de la población”.
“¿Cómo es posible que la empresa responsable de uno de los servicios públicos más importantes para la comunidad, venga a hacer una intervención y deje las cosas a medias, teniendo la experiencia de que complicaciones como estas pueden surgir afectando a muchas familias? Esto es muestra de que Hidrolago no está en capacidad de atender y mucho menos resolver las consecuencias de sus intervenciones. Ellos esperan a que haya una desgracia para entonces acudir al lugar. Hacemos un llamado a Hidrolago a que asuma su responsabilidad y de no hacerlo que asuma las consecuencia de esta grave situación”.
Olidenis Colmenarez, miembro del consejo comunal La Frontera, explicó que el “mega hueco” tiene más de un mes amenazando la vida de los vecinos sin que ningún organismo responsable acuda al lugar.
“Eso se fue agrandando poco a poco hasta que, con un palo de agua, se comió casi toda la calle y cayó de cabeza un carro. Los consejos comunales de Los Pinos A, Los Pinos B, La Frontera y Cumbre Los Pinos; nos reunimos para hacer un informe que llevamos a Hidrolago y a la Gobernación. En Hidrolago nos dice que ya ellos terminaron el trabajo y que no tienen como cerrar el hueco, mientras que la Gobernación dice que no puede cerrar el hueco hasta que Hidrolago no termine los trabajos en la tubería. Nadie resuelve”.
Nailis Troconis, ingeniera de 34 años y habitante de una de las casas amenazadas por el hueco, aseguró que nunca había pasado algo por el estilo en el barrio. “Es increíble que esto venga a pasar precisamente cuando ya teníamos todo el barrio consolidado. Esa calle hasta la acababan de asfaltar. Y ahora no tenemos ni calle, ni gas producto de las reparaciones. Hay que ver que cuando el pobre lava, llueve. Nuestra máxima preocupación es por esas personas que viven cerca del hueco y que cada vez están más expuestas al peligro. Llamamos a la reflexión a Hidrolago. Su irresponsabilidad puede hacer que alguien pierda la vida”.