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Maracaibo, 12 agosto 2013.- “La gente del consejo comunal no trabaja a favor de la comunidad. Tenemos un espacio donde los muchachos hacen deporte y ellos quieren tumbar eso para hacer bailoterapia para las mujeres. No es que eso sea malo, pero ¿entre tanta inseguridad vamos a lanzar a nuestros hijos a la calle, con el riesgo de que se vuelvan malandros? Los líderes de aquí tienen una lucha política personal no comunitaria”.
Ovidia Gutiérrez, dirigente comunitaria del barrio Los Robles, de la parroquia Luis Hurtado Higuera en Maracaibo, aseguró que entre tantos problemas que tiene el sector, quienes deberían trabajar por mejorar la situación están pendiente de otros asuntos. Denunció que la calle 114 con avenida 67 necesita embaulamiento porque por allí pasa una cañada, pero no hay respuesta de los organismos responsables.
Daniel Mendoza, vecino del sector aseguró que la inseguridad ronda a cualquier hora del día. “Las calles de Los Robles están destruidas ocasionando que los conductores quienes transitan por aquí sean blanco fácil de los delincuentes. A diario escuchamos el reclamo y lamento de las nuestros propios vecinos víctimas del hampa. Exigimos a las autoridades nacionales, regionales y municipales poner lupa a nuestra situación y buscar solución, porque ya estamos cansados”.
Cristina Corona, otra de las afectadas, destacó que para los líderes y gobernantes Los Robles está consolidado. “Tienen tanto tiempo sin pasar por aquí que no saben lo mal que estamos. Cuando anuncian que una obra está terminada por qué no envían una comisión a verificar para ver si realmente está culminada. Nosotros no somos ninguna urbanización como no los quieren pintar, somos un barrio desasistido porque el aseo pasa de vez en cuando, el gas y el suministro de agua son inconstantes, los malandros hacen de las suyas porque no hay alumbrado público”
Juan Pablo Guanipa, concejal de Maracaibo, aseguró que la mala organización de las barriadas es el común denominador en la parroquia Luis Hurtado Higuera. “En Maracaibo abundan las invasiones, pero Luis Hurtado es una parroquia que se formó en su totalidad por ocupaciones ilegales. No hay ningún tipo de planificación y por eso es más difícil proveer de servicios. A donde vamos escuchamos es que ‘nadie hace nada’ y la verdad es que no podemos seguir así. Maracaibo no puede seguir como está y eso depende en gran medida de sus ciudadanos, a través de consejos comunales o de cualquier otra figura que impulse la consolidación de proyectos y solución de necesidades. Maracaibo necesita en cada comunidad líderes que realmente estén identificados con los problemas y que agilicen sus soluciones, exigiendo a la alcaldía, a la gobernación y al Gobierno Nacional su intervención cuando le competa. Debe ser la ciudadanía la que reclame su derecho a tener una mejor vida, una mejor ciudad”.